Este y otros muchos adjetivos sirven para calificar VIVARIUM, la película del irlandés LORCAN FINNEGAN, para mi hasta la fecha prácticamente desconocido.
La idílica historia de esta pareja, se rompe en pedazos al entrar en una extraña inmobiliaria, en la cual ya empezamos a ver cosas raras, y todo lo que sucede a continuación es una experiencia perturbadora y claustrofóbica a partes iguales en esa urbanización gigantesca en la que todas las casas son iguales.
Dos buenas interpretaciones de IMOGEN POOTS y JESSE ESSENBERG que sostienen casi solos todo el metraje, y una evidente crítica social que subyace, al estilo de vida que todos o casi todos idealizamos, tener pareja, niños, un bonito hogar, a ser posible una casita adosada etc.
La fotografía y esos tonos color verdoso, contribuyen mucho a esa sensación que nos invade durante todo el film, de incomodidad y de mal rollo, en definitiva una nueva alegoría de ciencia ficción, sobre los tiempos que nos tocan vivir y que para mi ha resultado una grata sorpresa, muy recomendable.