Parece ser que el cine brasileño está de enhorabuena ya que en estos últimos años han salido en buen puñado de títulos decentes. Walter Salles nos conmovió con su "Estación central de Brasil", Fernando Meirelles nos dejó sin habla con "Ciudad de Dios", mientras que Héctor Babenco no quiso ser menos son "Carandiru". Parece que en el reino de las favelas el cine social y basado en hechos reales triunfa, y José Padilha se sube al carro del éxito con "Tropa de Élite".

La historia se centra en tres personajes. El capitán Nascimento (Wagner Moura), comandante del BOPE que quiere dejar su puesto para cuidar mejor del hijo que está a punto de tener, y los dos aspirantes a su puesto, Neto (Caio Junqueira), un aspirante convencido y todo corazón, y André Matías (André Ramiro) quien no sabe con certeza si quiere ser policía o abogado criminalista. Destacan las actuaciones del capitán y de Matías.

La historia cuenta como el comando especial de operaciones del capitán Nascimento lucha contra el tráfico de drogas cuando la policía local fracasa en su intento, en este caso, siempre, ya que dentro de la policía hay muchos agentes corruptos que sacan beneficio de los traficantes. El film muestra los métodos brutales de la policía para acabar con las drogas, y los muestra sin ningún tipo de miramientos, primero dispara y después pregunta. Parece incluso que se intentan justificar las palizas, torturas y asesinatos con tal de acabar con las drogas en las favelas.

Me ha gustado bastante la ambientación y el poco tacto que ha tenido el director con los torturados, lo muestra de forma realista, no se anda con chiquillas. Los traficantes matan pero los policías no se quedan atrás en su intento por acabar con los criminales. Me ha gustado la crudeza, pero no tanto que parezca justificada, aunque parezca estarlo.