Demoledor relato basado en hechos reales que nos muestra la compleja situación y sobre todo la extrema decisión que tomaron algunos miembros del IRA en una cárcel de Irlanda del Norte a inicios de los 80 y que significo uno de los acontecimientos mas crueles y recordados en la historia del Reino Unido.

Uno de los muchos aciertos de esta cruda opera prima del director Steve McQueen es mostrar todo desde un punto de vista neutral, sin maniqueos ni posturas políticas sobre un tema de por si ya bastante complejo, que genera división extrema de posturas entre los implicados. No, lo que plantea es un fino y delicado análisis sobre las dos partes de ese conflicto, pero desde una perspectiva en donde lo estético eleva el contenido hasta lo conmovedor y en donde la crudeza de sus imágenes ennoblece y dignifica lo que se esta contando.

Ahora además del excelente apartado a nivel técnico y de puesta en escena lo que hay que también aplaudir de pie es el brutal recital de un (poco conocido todavía) Michael Fassbender, dejando alma vida, corazón y cuerpo en este film, realizando una interpretación poderosa e hipnotizante. Lo curioso es que no aparece desde el inicio, aparece en dos tercios del mismo, pero se lleva toda la atención del espectador. Por ahí se dejan ver de soporte el gran Liam Cunningham, Liam Mcmahon, Lalor Roddy y Stuart Graham.

Increíble, a veces la mente y sobre todo el respeto a una ideología puede llevarnos hasta limites inimaginables.