Después de poner al mundo entero a sus pies tras las excepcional "El Sexto Sentido", el proyecto que le seguía no haría sino confirmar que aquel "bombazo" no fue producto "de algo de suerte" nada mas, y como un sonoro "golpe en la mesa", nos ofrecía esta vez, su visión muy personal sobre el mundo de los cómics, los super-héroes (actualmente en "su edad de oro" en el cine) su importancia y sobre todo su significado y su valor.

Y es que hasta el día de hoy este increíble film sigue sorprendiendo a quienes de vez en cuando nos volvemos hacia el mismo, y contemplamos con total asombro una de las premisas mas interesantes y potentes del director indio, pero cuya mesura, pulcritud y sobre todo un correcto manejo de la atmósfera junto con un solvente guión, convirtieron esta indispensable "Unbreakable" en casi un "milagro" dentro del aun naciente género super heroico de este siglo 21.

Una de esas raras ocasiones en que todo confluye para que el resultado final realmente funcione en términos estéticos y narrativos, algo por aquel entonces aun era impensable, ya que hasta entonces muy pocos directores en Hollywood al adaptar las viñetas de un cómic, habían logrado hacer algo destacable, y en su mayoría habían engendrado auténticos horrores (de hecho algunos aun conservan esta mala costumbre) en la gran pantalla, por el simple hecho de desconocer la razón de existir de los cómics, un mundo que Shyamalan comprende a la perfección, tanto así que se da el lujo de darle un giro de 180 grados, aportando una de las mejores historias en cuanto a construcción de personajes y evolución de los mismos dentro del cine de super-héroes.

Además de lo anotado, hay que destacar dentro del reparto a este par de gigantes de la interpretación como Bruce Willis y Samuel L. Jackson, que juntos (otra vez) nos entregan actuaciones inolvidables y probablemente la más versátil, brillante y espectacular que haya hecho el primero en toda su carrera.

Les acompañan de soporte Robin Wright y el jovencito Spencer Treat Clark, quien por cierto repitió su personaje al igual que los protagonistas (19 años después) en la reciente "Mr. Glass", cerrando así una de las trilogías más inesperadas, correctas y "low-cost" del mundo super-heroico.