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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Comedia Una mujer de origen sueco, abandona la granja de su padre rumbo a la gran ciudad. Allí se emplea como sirvienta en la casa del congresista Glen Morley, y a fuerza de tesón pronto llega a triunfar en política, logrando un puesto en Washington dentro del Congreso. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando veo a esos políticos prepotentes que se creen que pueden pasar por encima de todo el mundo porque han adquirido “un trocito de poder”, y que se obnubilan con el respeto y la adulación que le prodiga un limitado rebaño de apocados, me duele pensar que, tras su máscara de “grandeza”, no hay más que un ser plagado de miedo al que obsesionan las medidas de seguridad porque, bien que sabe que cada día aumentan sus enemigos porque, con sus acciones se hunde un poquito, y otro poquito más… y sobre todo, le tengo consideración, porque aunque él está convencido de que es muy inteligente, no es más que un redomado ignorante que no logra comprender que, si haces daño te haces daño a ti mismo. Es ley existencial. Así las cosas, el que vive del oportunismo, de la patraña, el crimen, el robo… lo que esencialmente necesita es conocimiento y visión, porque si esto tuviéramos, nadie haría el mal ni se volvería soberbio.

Una película como, <<UN DESTINO DE MUJER>>, me resulta maravillosa porque, además de ofrecer unas actuaciones encantadoras, un ambiente envolvente, una trama deliciosa y un ritmo siempre en alto, garantiza un ejemplar entendimiento de la vida, y esto nadie debería perdérselo. Se trata de una muchacha, Katrin Holstrom, la única hija-mujer de una familia de granjeros inmigrantes suecos, la cual decide abandonar el campo para irse a estudiar enfermería… pero, enseguida, se va a encontrar con un pintor de brocha gorda quien acaba de hacer un trabajo en su casa y con él tendrá una “frustrante experiencia” que la alejará de su objetivo y la llevará a trabajar como empleada en la casa de una familia de alta influencia política.

Katrin, demostrará pronto que no es una empleada cualquiera, y va a despertar el interés de Glenn Morley, como también el de su madre Agatha, una brillante y verdadera matrona. Comienza así, lo que podría verse como uno de los ocasionales milagros de la existencia o cómo salir de la nada para volverse importante de la noche a la mañana. Pero, el filme no se queda ahí, y creo que la lectura más importante se encuentra a otro nivel, quizás ni siquiera captada por sus propios autores y, sin embargo, tan clara como el agua cristalina.

Surge, entonces, el personaje clave de la película, y este viene a ser, Adolph, el oportunista. Frío y calculador, todo el tiempo está pensando en aprovecharse de la generosa Katrin. Más, lo que no conseguirá entender Adolph (ni tampoco Katrin), es que el universo lo está usando como instrumento para hacer un “mal” cuyo propósito es conducir al Bien. Como reza el dicho, “no hay mal que por bien no venga”… pero, no sabemos ver.

(Aquí cito situaciones claves) Véase la belleza de hilo conductor que nos ofrece esta maravillosa historia: Adolph se ofrece a llevar a Katrin en su coche “para que se ahorre el pasaje”, pero además de sus intenciones pecaminosas con ella, se servirá de su dinero para resolver problemas que se presentan en el camino. Esto la dejará sin blanca, y no podrá viajar hasta donde se dirigía a estudiar, viéndose forzada a tomar un empleo en la casona de los Morley. Ya ha dejado su “ideal” por una labor doméstica aparentemente desfavorable; pero, aquí, fluirán sus conocimientos sociopolíticos y estará, justamente, en contacto con la gente que puede impulsarla por este nuevo sendero… y cuando, al fin, entra en la lid electoral -en clara desventaja con el prepotente y peligroso, A. J. Finley-, aparece de nuevo Adolph, “el engendro del mal”, y su calumnia se ofrecerá como el trampeador entrampado que encumbrará a la redimida, Katie (su nombre de campaña). O sea, ¡cada acto “perverso” de Adolph, se transforma en un avance hacia la misión de Katrin Holstrom, que es ser gobernadora… algo que ella jamás imaginó!

Lo que algunos desean, no es siempre lo que el universo pretende para ellos, y cuando sea necesario, el Fatum podrá servirse del “mal” con el propósito firme de que se convierta en un bien. Por esto, no es absurdo decir, que hay que bendecir a los enemigos, porque estos suelen ser un apoyo espiritual. ¡Habría tantos casos de la vida real que se podrían contar!... y puedo afirmar que, pocas historias son tan Reales como la que nos ofrece esta magnífica película.

Título para Latinoamérica: MI ADORABLE RIVAL
Luis Guillermo Cardona
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