Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Comedia Obra maestra donde Jean Vigo (muerto a los 29 años con tan sólo cuatro películas en su haber) retrata sus recuerdos infantiles a través de la historia de cuatro jóvenes estudiantes franceses que, sujetos a un estricto régimen escolar, deciden rebelarse contra la institución. Filme prohibido en Francia en su estreno por su presunto mensaje antipatriótico. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni siquiera soñando se es completamente libre. ¡Cuantas veces soñamos que estamos haciendo algo que no logramos terminar por más que lo deseamos, o soñamos con algo que queremos sacar de nuestra mente, pero sigue asediándonos de manera obstinada u obsesiva! Estamos atados por normas, leyes, tradiciones culturales, por el deber ser y por nuestra conciencia… y a todo esto le debemos un grado de respeto del que es imposible sustraerse, y al fin y al cabo, nos queda entender que, la libertad no es hacer todo lo que queremos sino solo lo que debemos, pues la capacidad, y decisión, de elegir lo que es correcto en contra de lo que puede interesarnos, es el más alto grado de libertad que puede alcanzar el individuo.

Ni siquiera, en ese onírico y anárquico manifiesto que recrea el joven Jean Vigo en su película “CERO EN CONDUCTA”, consigue ser tan libre como, de seguro, él deseaba, porque sino, creo que hubiera dado rienda suelta a dos o tres cosas que, en particular, se nota que le interesaban.

Hijo de padre anarquista, muerto en prisión cuando él contaba apenas con doce años, Vigo tuvo que pasar por varias escuelas del Estado donde sufrió toda clase de vejámenes y se enfermó de tuberculosis. Esto lo marcaría para siempre, y por eso, su cine se manifiesta contra el sistema, contra la cultura dominante, contra el pudor… y contra la falta de libertad.

Su película está hecha con muy escasos recursos y eso se le nota en el caminado. Pero Vigo se las ingenia para meterle gracia; simpáticas caricaturas como la del niño con barbas que hace las veces de director o la del profesor que ostenta sus habilidades gimnásticas; críticas objetivas a las pobres condiciones en que se tiene a los niños en el internado (estrechez, mala alimentación, irrespeto…); y claras alegorías a la libertad, en escenas como la batalla de las almohadas o la de los niños caminando por el tejado.

Me parece demasiado generoso catalogar esta película experimental como una obra maestra, pero creo que da cuenta, sin duda, de la gran esperanza que, Jean Vigo, representaba para el cine francés. Infortunadamente, su muerte por leucemia a la corta edad de 29 años, truncó una promisoria carrera que hubiera dado mucho que hacer a las juntas de censura, las mismas que se ensañaron con la escasa filmografía que logró realizar.

Me surge al paso esta reflexión: Una juventud difícil es, con frecuencia, la escuela preparatoria para convertirse en un artista crítico que sabe de lo que habla. Se trata tan solo de saber aprovechar cualquier ocasión que surja en el camino… y puedes tener confianza de que surgirá.
Luis Guillermo Cardona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow