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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Drama. Romance Un elegante playboy y una bella cantante de un club nocturno se conocen a bordo de un lujoso transatlántico y surge entre ellos un apasionado romance. Aunque ambos están comprometidos (ella es la amante de un magnate y él se va a casar con una rica heredera), establecen un pacto antes de abandonar el barco: encontrarse en el Empire State Building en un plazo de seis meses si siguen sintiendo lo mismo el uno por el otro. (FILMAFFINITY)
20 de agosto de 2011
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada generación tiene lo suyo: una cultura evolucionada hasta su lugar en el tiempo; particulares costumbres determinadas por el hombre y por el medio; recursos de época con los que resuelve sus necesidades diarias; una nueva visión de la vida con otras creencias y eternas reafirmaciones; especiales modas en el vestir según el impulso de los industriales; nuevos avances tecnológicos que mejorarán o empeorarán la existencia… y a eso se acoge la gente de cada época, por ello se inclina y eso será lo que defienda con la obstinación habitual.

Este es un proceso natural de adaptación, aceptable y respetable, aunque casi todo el mundo se pierda la oportunidad de gozar las riquezas del pasado, porque sólo quiere vivir en el ahora y disfrutar lo que es de hoy. “Aquí y ahora”, piden los grandes maestros. Pero, lo que se ignora –y esto no lo desconoce ningún sabio- es que algunas riquezas de las pasadas generaciones son de eterna vigencia, sirven hoy, mañana y siempre. Y el arte (literario, musical, pictórico… cinematográfico) ¡si que tiene en su haber creaciones vestidas de eternidad!

En su derecho, la nueva generación reclama películas a todo color, con excelente sonido y en formatos cada vez más amplios… y esto motiva a muchos productores y realizadores a rehacer lo que en otro tiempo fue un éxito, acomodándolo a los requerimientos de ahora… pero, lo curioso, es que la inspiración pareciera tener un momento primigenio donde alcanza su más alto nivel en un producto determinado… y ya jamás se repite. Si lo conociste, verás que lo nuevo es a todas luces inferior, por el simple hecho de que para el mismo director, o para uno nuevo, ya no es un momento de creación sino de re-acción. Por supuesto, hay excepciones, pero el filme que nos ocupa no lo es.

“TÚ Y YO” también confirma esta aseveración. Es una copia casi fiel del guión escrito para “Tú y Yo” (1939), y aunque gana en la ambientación que reclamábamos precisamente a la primera versión, pierde en lo esencial: la calidez de los personajes, los efectivos primeros planos, el profundo aire de romanticismo que emanaba de aquella génesis y las magníficas actuaciones de todos sus predecesores. El cinemascope, por imponente que luzca, para nada se aviene con el intimismo. Y, extrañamente, detalles muy efectivos en la obra original (el paso de cada uno entre la pareja al bajar del barco, el iluminador descubrimiento del cuadro…), se resuelven muy ligeramente en este remake donde falta, sin duda, la entrega que sólo se tiene una vez. Creo que, quienes no hayan visto el “Tú y Yo” de Irene Dunne y Charles Boyer, podrán sentir mayor complacencia con esta nueva versión que, al conservar el guión intacto, preserva ese encantador y trágico romance entre Nickie Ferrante, el eterno seductor y Terry McKay, la atractiva cantante, quienes descubren que, el uno con el otro, pueden dar por fin un verdadero sentido al resto de sus vidas.

Título para Latinoamérica: “ALGO PARA RECORDAR”
Luis Guillermo Cardona
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