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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama España franquista. Durante la década de los sesenta, una familia de campesinos vive miserablemente en un cortijo extremeño bajo la férula del terrateniente. Su vida es renuncia, sacrificio y y obediencia. Su destino está marcado, a no ser que algún acontecimiento imprevisto les permita romper sus cadenas. Adaptación de la novela homónima de Miguel Delibes. (FILMAFFINITY)
18 de septiembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sólo fue un gran aficionado a la caza, estas salidas también le sirvieron para adquirir bastos conocimientos de la fauna y de la flora y, sobre todo, para conocer bien a fondo a los de arriba, y a los de abajo, en la sociedad española. Según cuentan sus biógrafos, Miguel Delibes (1920-2010), simpatizó con el bando franquista durante la Guerra Civil, pero, luego, tendría encima a los censores de la dictadura por varias de sus novelas, e incluso, cuando fue catedrático de historia en la Escuela de Comercio. Quizás, por razones de este tipo, fue que sólo hasta 1981, consiguió (o se propuso) publicar, “Los Santos Inocentes”, novela en la que ilustra las profundas desigualdades sociales y los abusos de los terratenientes.

Tres años después de publicada la novela, Mario Camus, se ocupa de adaptarla para cine en colaboración con Antonio Larreta y Manuel Matji; y el mismo Camus, la dirigiría con un virtuosismo que quizás no tuvo antes… y tampoco nunca repetiría. Claro que, para representar a los de abajo, contó con un reparto de quitarse el sombrero, en especial, Francisco Rabal y Alfredo Landa quienes hacen de, Azarías y Paco, dos figuras inmortales.

Paco, es el cabeza de familia con una esposa, tres hijos y un cuñado, los cuales trabajan en la hacienda del cacique don Pedro, un hombre que los trata con mayor respeto del que suele ser común en la vida real, pero, no así el señorito Iván, quien, guiado por personalistas intereses, se va descarando cada vez más.

Emerge como una majestuosa experiencia de vida, la profunda conexión y sensibilidad que Azarías demuestra con las aves, no obstante ser un hombre con un claro retraso mental (“corto de entendederas”, como lo define su cuñado), y el entendimiento de la naturaleza que demuestra el noble Paco -al punto que lo convierte en imprescindible para el insensible cazador-, es otra experiencia que conmueve hasta las entrañas.

Son, en definitiva, estos dos personajes los que cargan con los puntos fuertes de la historia, porque, hasta en los capítulos titulados, Quirce (1) y Nieves (2), estas figuras no dejan ninguna huella y vuelve a ser la presencia del par de veteranos la que domina completamente la historia; y en cuanto a los que representan a los de arriba, tengo que decir que, el que hace del señorito Iván, luce un tanto limitado en vocalización; y la imagen asistencialista (limosnas para aligerar la conciencia) de la señora marquesa, resulta bastante mañé así como ha sido presentada. Mejor resulta la joven Miriam (Maribel Martin), con ese admirable espíritu liberal, pero, infortunadamente, su rol resulta bastante breve.

Muy bien por la intención, y logro, de Camus (¿y Delibes?) de mantener en un cierto equilibrio a los polos antepuestos, de tal manera que no se alienta resentimiento hacia ninguna clase social sino hacia particulares individuos, ¡como debe ser!, y en términos generales, el filme es de una altura moral realmente ejemplarizante.

Fotografía, diseño de producción, banda sonora, edición… sin objeciones y, en definitiva, sale uno complacido con una historia que consigue llegarnos al alma.

In Memorian de Mario Camus, fallecido el 18 de septiembre de 2021.
Luis Guillermo Cardona
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