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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Denuncia de las condiciones laborales en las fábricas a través de la historia de un obrero modelo que, a raíz de un accidente, se hace sindicalista. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el gran éxito que obtuviera con “Indagine su un cittadino…”, el director Elio Petri vuelve a ocuparse del tema del poder, y con un guion escrito nuevamente junto a Ugo Pirro, su historia la centra esta vez en la clase obrera y su desigual lucha contra la fuerza patronal. Como protagonista, su elección recae sobre uno de esos apocados seres a quienes solo importan dos cosas: Ser aprobado por sus patronos y ganar mucho dinero para poder sostener dos mujeres y dos hijos.

En la empresa donde trabaja, Ludovico Massa (llamado Lulú por todos sus compañeros) se ha convertido en el punto más alto con el que se registran los niveles de producción, y en el método a destajo (a mayor producción de piezas mejor salario) se ha convertido en un líder a quien la empresa reconoce y exalta, mientras que, el resto de los trabajadores siente aumentar la presión sobre su personal rendimiento. Así que, Massa, es una suerte de rompepelotas que, sintiéndose muy eficiente, ignora que es el instrumento directo de la explotación laboral.

Pero, casi siempre llega ese momento tan necesario ¡y doloroso!, conque el destino obliga a reflexionar a los más obtusos… ¿Llegará también para Massa? ¿A qué lo conducirán sus reflexiones? ¿Se producirá algún cambio?

Creo que vale la pena ver este nuevo alegato contra los vicios del poder que nos trae ahora este calificado director italiano, y acojo con beneplácito que, no obstante su condición de hombre de izquierda, también haya sido capaz de ver y señalar las deplorables tendencias que empañan a ciertos sindicatos de acallada inclinación burguesa y a ciertas luchas sociales donde, cada quien, solo empuja para su lado.

La película fue rodada en la fábrica Ascensori Falconi de Novara que, por esos días tenía paralizada la producción y el nombre se cambió a B.A.N. (fabricante de piezas para motor). Entre los obreros, la mayoría fueron auténticos trabajadores de la empresa y esto le dio un claro aire de autenticidad a la producción cinematográfica.

Una vez más, eficaz actuación de Gian Maria Volonte’ que le merecería el Globo de Oro y una Mención Especial en Cannes, donde también, Elio Petri, recibiría la Palma de Oro por Mejor Película.

Recuerdo ahora una frase que hizo parte de un artículo que, en 1863, publicaron los hilanderos de algodón de Blackburn (EE. UU.) contra el trabajo excesivo y ¡atérrense de su vigencia!:

“En esta fábrica se exige a los obreros 12 y 13 horas de trabajo al día, no obstante que hay cientos de trabajadores condenados a la ociosidad, los cuales trabajarían de buena gana durante una parte de la jornada para poder mantener a sus familias y así preservar a sus hermanos obreros de una muerte prematura por exceso de trabajo”.

Es muy, pero muy poco, lo que, en cuestiones de convivencia, la humanidad aprende con el paso de los siglos y la Unicidad -lo único que traería dicha a todos-, se aleja… se aleja…… se aleja………
Luis Guillermo Cardona
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