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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Una mujer negra de piel clara se hace pasar por blanca, pero, cuando regresa a su casa natal en Mississippi, no le será fácil ocultar su verdadera raza y tendrá que enfrentarse a una ciudad llena de fanatismo, prejuicios y racismo. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos nombres muy calificados: Philip Dunne y Dudley Nichols, fueron los encargados de adaptar la novela, “Quality” de Cid Ricketts Sumner, nacida, Berta Louise Ricketts, nombre que debió cambiar “por sugerencia” de los editores para eludir los prejuicios machistas. En principio, el productor Darryl F. Zanuck, le había encargado la dirección al ya célebre director, John Ford, pero, vistas las escenas rodadas durante la primera semana, Zanuck se sintió bastante inconforme con los resultados... y acordándose de lo logrado por, Elia Kazan, en “Gentleman's Agreement”, de inmediato despidió a Ford, para entregarle a Kazan el timón.

Las reiteradas e innombrables canalladas y atropellos que, a diario, se cometían contra la comunidad afrodescendiente en los Estados Unidos de Norteamérica, comenzaban a tocar el corazón de los más sensibles y consecuentes entre los blancos… y era ya el momento de que también, el arte cinematográfico, se sumara a las expresiones de inconformidad contra el fatídico racismo. Por esto, una obra humana, cálida, equilibrada, sin resentimientos frente a nadie… y edificantemente propositiva en términos de tolerancia y de convivencia pacífica, era una forma perfecta de demostrar la invalidez de tantísimos y obtusos prejuicios.

Kazan, fue un gran acierto, porque de nuevo demuestra que ama profundamente a sus personajes; que le duelen las minorías discriminadas (él mismo sufrió esto en carne propia por su origen griego), y con su novedoso estilo semi-documental, borda un filme colmado de noble espíritu y de alto valor socio-político.

Pinky -nombre que recibe, Patricia Johnson, entre la gente de su raza-, es una mulata de piel casi blanca, que regresa a su tierra tras tres años de ausencia en los que consiguió graduarse como enfermera. Aunque ésto alegra profundamente a su abuela Daysy, las situaciones difíciles que padecerá recién ha desempacado, llevarán a Pinky a querer marcharse enseguida, sobre todo porque sabe que, en algún lugar la espera, Thomas Adams, el hombre al que ella realmente ama. Pero el universo se juega sus cartas, y Pinky terminará asistiendo a la señorita Em, una mujer de fuerte carácter con la que entablará una singular relación.

Con, <<PINKY>>, Elia Kazan vuelve a lucirse como realizador comprometido con las causas sociales y una vez más da cuenta de su gran capacidad para la dirección de actores, pues, hace posible que, Jeanne Crain, pueda darnos una de las mejores caracterizaciones de su carrera. Ethel Waters, resulta también maravillosa como la abuela y sería nominada a los premios Oscar; y Ethel Barrymore, haciendo de Miss Em, sigue a la altura de su dinastía familiar, con un talento para la interpretación, irreprochable.

Una cita para recordar: “Los deseos de los muertos no deberían ser ignorados en beneficio de la codicia de los vivos”.

Título para Latinoamérica: LO QUE LA CARNE HEREDA
Luis Guillermo Cardona
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