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Voto de Natxo Borràs:
8
Drama En un pequeño y aburrido pueblo americano, un grupo de adolescentes pasa sus ratos libres cazando gatos o esnifando pegamento. Debut en la dirección del guionista de "Kids". (FILMAFFINITY) --- SINOPSIS LARGA: Un grupo de jóvenes marginales pasan sus días flirteando con la delincuencia y las drogas en Xenia, Ohio, un pueblo devastado por un tornado años atrás y que sigue viviendo en la miseria que este hecho provocó. Estos jóvenes viven ... [+]
21 de junio de 2012
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin un trazo argumental a seguir, el debutante Harmony Korine, guionista de “Kids” (1993), polémico film dirigido por Larry Clark en 1992, nos narra las consecuencias posteriores de un tornado en un pueblo de la América profunda. Y, en efecto, en Xenia (Ohio) no parece surgir ni un brote de esperanza entre las decenas de jóvenes sin futuro, suicidas, ni asimismo en sus padres (representados por unos progenitores igual de suicidas y borrachos, incapaces de asimilar lo que les ha deparado el destino).

No es un film como para tomarse al pie de la letra. Tal vez necesita más de un visionado para intentar comprender a dónde quiere llevarnos su joven director; es decir, el vivir cada día de los jovenzuelos al límite de la delincuencia y la crueldad que pululan por éste arrasado país de Oz. Como una generación perdida que lo ha perdido todo y viven bajo el síndrome de Diógenes; los botes de cola y cazando gatos vagabundos por las calle para ganarse unos pocos dólares a la salida de los restaurantes chinos.

Por esa razón éste paseo por Xenia se debert tener en cuenta más allá de su aparente “friquismo”, ya que nos familiarizamos con unos personajes rozando la marginalidad pero que intentan vivir a su aire… Hay que partir de la sinopsis de Tummler (Nick Sutton) y Salomon (Jacob Reynolds) los dos adolescentes que corretean con su bicicleta en busca de lindos gatitos y son testimonios de la aparente vida tranquila entre los jóvenes conflictivos de su edad… Pero reina en “Gummo” una plácida anarquía que se rige, entre otros personajes una rubia de teñido industrial interpretada por Chloë Sevigny, por lo testimonial de un reparto secundado por la indiferencia y el descontento.

Vale la pena valorar ésta pequeña obra maestra de lo inclasificable que Korine radicalizaría un par de años más tarde con “Julien Donkey –Boy” (1997).
Natxo Borràs
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