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España España · Barcelona
Voto de Lordpol:
6
5.4
720
Documental Documental sobre el famoso actor porno italiano Rocco Siffredi. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2017
24 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rocco podría haber sido solamente un spot de hora y media. Y lo es durante muchos momentos. Pero la mirada de los directores va más allá de la voluntad de renovar y redimir la imagen del falópedo, conocido en el sector por su dureza y trato hostil con las actrices a la hora de rodar, para abordar de manera transparente el mundo del porno y sus consecuencias.

Es precisamente entre bastidores de esos rodajes porno donde Thierry Demaizière y Alban Teurlai se quitan la máscara y alargan los planos, centrándose en los ojos de las actrices una vez se ha gritado el "corten" en el set. Se muestran unos rostros demasiado jóvenes, de sonrisas fugaces, para las cuales el porno es una salida de emergencia pero cuya carrera no sobrepasará los seis meses. Las conversaciones robadas y la tristeza inherente a todo el funcionamiento de la industria, funciona mucho más cuando no es Siffredi el que está protagonizando la escena con su pseudo intelectualidad, dejando a la vista unos terrenos en los que apetecía más ahondar.

Incluso "glamour" de las pornstars asentadas (que viajan alrededor del mundo con salarios de infarto) se destruye cuando las vemos repasar los anales y orgías de la semana próxima a bordo de una furgoneta conducida por su manager rumbo al aeropuerto. Es por eso que pese a ser un documental eminentemente explícito y de temática sexual, consigue no hacerte sentir lo que podrías sentir viendo la escena rodada. Y ése es uno de sus grandes logros, como también lo es normalizar un trabajo que, como dice una liberada Kelly Stafford, se acaba convirtiendo en algunos casos toda una carrera, llena de esfuerzos, sacrificios y autoconocimiento personal.

A pesar de todo, Siffredi es un buen narrador, magnético, atractivo y educado. Sabe dónde puntuar, lo que tiene que decir y cómo. No son únicamente sus 23 centímetros lo que le han convertido en el mayor pornstar europeo de la historia y se empeña en demostrarlo en cada escena, dejando un par de potentes anécdotas para el recuerdo que consiguen humanizar al personaje más allá de su pene. Es precisamente cuando se sincera alrededor de su adicción al sexo cuando vemos a un Rocco más vulnerable, de la misma manera que las únicas lágrimas verdaderas parecen ser las que hacen referencia a su difunta mamma. Cuando Siffredi deja de intentar mostrarse como buen padre, como buen compañero de rodaje y se muestra como un hombre cansado por una vida tóxica de la que no puede escapar, el documental consigue cotas de verdad mucho más elevadas que la sobrevalorada "Shame" de Steve McQueen, con la que conecta a través del personaje principal.

Es en esos breves momentos de verdad es donde también brilla el cuidado retrato de los personajes secundarios, tan presentes y necesarios como el propio Rocco para entender la dimensión del mundo que se quiere retratar. Especialmente el de Gabriele Galetta, el primo de Rocco encargado de dirigir y montar sus secuencias durante treinta años, convertido ahora en un hombre frustrado, carcomido eternamente por la sombra de su primo y que bien merecería un film para él solo.

Rocco empieza con un plano detalle que es una auténtica declaración de intenciones. El problema final es que es un documental, no una metaficción como JCVD (Mabrouk El Mechri, 2008), y se le exige una crítica más profunda a la figura que se analiza. Aunque se intenta lo contrario, predominan más luces que sombras en una historia donde todo es oscuridad.
Lordpol
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