Ad Astra es todo lo que puede ser una película de James Gray. Su complejidad va más allá de la forma en que el propio director te lo va contando. El sentido de reflexión y auto cuestionamiento son fundamentales a la hora de poner sobre la mesa el relato que se muestra.

El filme habla de como somos los humanos y como las grandes naciones siguen explorando y conquistando lugares. Pero ya la tierra no es el punto, ahora es el infinito espacio y lo grande que es y es por eso que Gray se pregunta en toda su obra nuestro existencialismo.

Ad Astra es el filme más complejo hasta la fecha de su director, cuya filmografia ha ido creciendo a lo largo de su carrera, venimos de verlo en "Z. La ciudad perdida" , una película en que la exploración (esa lucha contra los elementos) era pura obsesión; una cinta insuperable que era esa búsqueda del ser uno... Pero ahora ese ser uno ya no es el hombre, ahora es el hombre en un todo; que el límite lo ponga el infinito del espacio.

La búsqueda de un hijo por su padre y el sentimiento hacia el va hacer los hilos que se muevan y nos llevará a una Odisea por el mar del espacio. Tomando lo mejor de la obra de Kubrick y de Terrence Malick en el árbol de la Vida. Gray toma a su héroe y lo debilita, no busca engrandecerlo, sus traumas y miedos, lo van a llevar a su destino, encontrar a su padre y para llegar ahí se cuestionará quien es el.

Brad Pitt vuelve a darnos una actuación soberbia, compleja, que se aleja de cualquier matiz, encarnando un personaje distante. Logra llevar todo el peso de la obra de Gray; la mancuerna entre el actor y el director es notable, logran crear una nueva película única.

Simplemente Ad Astra es de las mejores películas del año.