Desmesurada puesta en escena que bebe de lo excesivo y de lo recargado como parte fundamental de su propuesta, aunque ni siquiera esta artificial ampulosidad logra enmascarar algunos defectos, en mi opinión, bastante graves de los que adolece la impresionante producción que es Gangs of New York.

Su comienzo es un Salvar al soldado Ryan de la edad de piedra o un Gladiator a lo nearthental. Sitúa al espectador pero lo desubica emocionalmente. Tras el arrollador comienzo sólo se puede bajar, y eso es una lacra para cualquier obra. El estilo narrativo no es convincente. El calor que intenta desprender sabe a nieve recien caída, y los tópicos personajes crean una atmósfera un tanto artificial, estudiada antes de rodar. Y lamentablemente se nota en cada segundo de película.

Sin embargo, agradezco a Scorsese el contexto histórico al que nos lleva, una época muy interesante ubicada en un lugar muy cercano a Wall Street, lo que no deja de ser una ironía bastante humorística, ya que citando al gran Bill el carnicero, de todos los dólares que circulan por aquí, yo me llevo el diez por ciento, o sea, casi igual que en nuestros tiempos.

En definitiva, una obra escrita para ser nominada a la que la mediocre mano de Scorsese aquí ejercida no ayudó en absoluto a llevarse la rifa de los Oscars. Lo mejor: que quien llega primero es el dueño de la tierra y eliminará a cualquiera que intente arrebatársela. Como debe ser.