Se notan los años que Santiago Tabernero ha estado en la sombra, nutriendose de cine y cultura para dar el paso a la dirección con tranquilidad sin apresurarse.
La película me ha parecido deliciosa. Nostalgia a raudales, estupenda puesta en escena y sobre todo unos actores en estado de gracia. Me parece que todo el elenco de actores que es amplio y variado ha sentido la película como suya y así lo ha hecho entender.
A todos los que crecimos en esa época nos trae un montón de imágenes ya casi apartadas de nuestra mente y nos sirve como lección de lo que "era" y lo que "es" para que nadie se olvide que antes se vivía de otra forma, que tenía sus cosas buenas (como la cotidianidad de "conocerse todos" y tener contacto con todo el mundo, sobre todo en un barrio-una gran familia) y muy malas evidentemente como la falta de libertad y esa dictadura que nos robó a todos la personalidad y la alegría durante demasiado tiempo.
Estupendo y esperanzador comienzo para Tabernero, que se pone muy difícil de esta manera continuar con su carrera de director y guionista sin evitar las comparaciones en sus posteriores obras. Ojalá continúe regalandonos obras como esta y mejores.