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Voto de Francesca:
6
16 de julio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ismael (Mathieu Amalric), tras una visita de unos médicos, es conducido a un hospital psiquiátrico. Lejos de ahí, en Grenoble, Nora va a visitar a su padre, hospitalizado en urgencias, le diagnostican un cáncer terminal. Nora quiere volver a París para dejar a su hijo y regresar a Grenoble antes de que su padre muera; quiere encontrar a toda costa a Ismael. Ahí es cuando los dos personajes, Nora e Ismael se van a cruzar.
“Me gustaría que fueras su padre”, esa es la propuesta de Nora a… (No digo más para mantener el suspense).
“No soporto que me sobrevivas”, declara (de nuevo, no digo para no desvelar) en su testamento vital., en una de las escenas más frías de la película.
Película montada en varios planos: Nora y Amalric; presente y pasado; París y Grenoble; hospital del padre y hospital de Amalric.
Ese baile crea en muchos casos confusión (o complejidad innecesaria). La cámara en mano no ayuda a facilitar la comprensión.
Porque, al final, ¿qué nos quieren contar? Son personas que buscan afectos, una familia no tanto de sangre, sino afectiva. Hay que saber dejar el pasado atrás; siempre nos quedan los recuerdos, como le dice Ismael al pequeño Elias.
“Ahora estoy en paz”, declara Nora al final, cuando ha aclarado su relación con el padre y con Ismael (su antigua pareja). Lo declara frente a la cámara, como al principio. El círculo se cierra, la cámara ha sido el testigo de esta historia de búsqueda de amor, que puede provenir de padres, maridos, hijos, amantes… Y como fondo, suena “Moon river”.
Emmanuelle Devos es clara, dulce y luminosa. Mathieu Amalric, un poco exagerado, pero carismático.
“Me gustaría que fueras su padre”, esa es la propuesta de Nora a… (No digo más para mantener el suspense).
“No soporto que me sobrevivas”, declara (de nuevo, no digo para no desvelar) en su testamento vital., en una de las escenas más frías de la película.
Película montada en varios planos: Nora y Amalric; presente y pasado; París y Grenoble; hospital del padre y hospital de Amalric.
Ese baile crea en muchos casos confusión (o complejidad innecesaria). La cámara en mano no ayuda a facilitar la comprensión.
Porque, al final, ¿qué nos quieren contar? Son personas que buscan afectos, una familia no tanto de sangre, sino afectiva. Hay que saber dejar el pasado atrás; siempre nos quedan los recuerdos, como le dice Ismael al pequeño Elias.
“Ahora estoy en paz”, declara Nora al final, cuando ha aclarado su relación con el padre y con Ismael (su antigua pareja). Lo declara frente a la cámara, como al principio. El círculo se cierra, la cámara ha sido el testigo de esta historia de búsqueda de amor, que puede provenir de padres, maridos, hijos, amantes… Y como fondo, suena “Moon river”.
Emmanuelle Devos es clara, dulce y luminosa. Mathieu Amalric, un poco exagerado, pero carismático.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Escenas:
- La grabación / carta del padre a su hija, confesándole su amor/odio.
- Hacia el final, cuando Ismael le explica a Elias por qué no puede adoptarlo, y lo mucho que le quiere…
Lo más:
- El mensaje, lleno de sencillez y emoción.
- Las actuaciones de Emmanuelle Devos y Mathieu Amalric.
Lo menos:
- El montaje confuso.
- La sobreactuación de Ismael y de su abogado, en ciertos momentos.
- La grabación / carta del padre a su hija, confesándole su amor/odio.
- Hacia el final, cuando Ismael le explica a Elias por qué no puede adoptarlo, y lo mucho que le quiere…
Lo más:
- El mensaje, lleno de sencillez y emoción.
- Las actuaciones de Emmanuelle Devos y Mathieu Amalric.
Lo menos:
- El montaje confuso.
- La sobreactuación de Ismael y de su abogado, en ciertos momentos.