Primero, la trama, no hay, no existe, correr por los pasillos de una abadía huyendo de una monja diabólica no creo que se considere trama, porque eso es todo lo que ocurre a lo largo de esta película. Que si tu reliquia, que si tu séquito de monjas, que si tus puertas al más allá, parece una ensalada muy mal hecha y para rematar una diabólica protagonista que se parece a mí cuando me pongo mascarillas.

Luego, si no hay trama, tampoco hay actuaciones, gritar como desquiciado no es actuar, pero no culpo a los actores, poco podían hacer con el material que les dieron.

Ahora, respecto a si causa terror o no, esta película está hecha a base de screamers (el recurso más barato del terror) por lo que sólo te la pasarás brincando de tu asiento porque se te apareció la señora diabólica en tu pantalla de un momento para otro, pero es que ni siquiera están bien logrados porque no se crea la atmósfera necesaria para generar tensión pues hay screamers cada dos segundos.

Lo único rescatable de esta película son las escenografías, ya quisiera yo vivir en esa abadía.

Conclusión: es una sucesión de screamers mal puestos y una señora que no tiene cuidado facial.