Tengo que reconocer que no soy megafan de Antonio Banderas, es más, no recuerdo una película de él que me hayan gustado él o la película. Con esta introducción es normal la valoración que hago de la película, que carece de la frescura y originalidad de "El Mariachi", de la que viene a ser una especie de segunda parte o vuelta a empezar de la historia con nuevo prota.
Aunque no llega a los niveles de vergüenza ajena de la tercera parte en la que tanto Enrique Iglesias como el protagonista de "El Mariachi" tienen un cameo, también le llega bien.
Se queda en una sucesión de cámaras lentas durante los retos visuales de los protagonistas y acción desmadadra y sin sentido durante los duelos a tiro limpio y puñetazos.