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España España · Madrid
Voto de Barfly:
9
Drama Un tiránico y manipulador productor de cine (Kirk Douglas), que ha caído en desgracia, pide ayuda a un director (Barry Sullivan), a una actriz (Lana Turner) y a un guionista (Dick Powell), a los que ayudó a triunfar, pero que tienen sobradas razones para detestarlo. Los tres le reprocharán su falta de escrúpulos para alcanzar el éxito sin reparar en las personas a las que traicionaba o engañaba.
30 de mayo de 2009
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espectacular.

Mientras veía ayer el concierto acústico de Mike Farris, que viene a ser lo mismo que ver al Marlon Brando de 1950 protagonizando un corto universitario o a Benito Pérez Galdós escribiendo el horóscopo en una revista, Garci proyectaba Casablanca en su programa.

No voy a decir que me arrepienta, pero desde luego que hubiera sido un placer ver ese coloquio. Eso sí, el de la semana pasada, antes de inflar mi petaca, fue otra maravilla. Aunque, como muchas cosas en esta vida por otra parte, quedó ensombrecido por la enésima obra maestra con que obsequió a la audiencia.

Cautivos Del Mal fue la elegida, y desde luego fue otra diana inapelable. No es de extrañar que él, enamorado de la filmación, mostrara una admiración hacia esta película que rayaba la patología; se le veía perturbado, emocionado, alterado.

A mí también me asombró, claro. Más allá del estudio de las insondables miserias que envuelven al cine, la película analiza conceptos como el egoísmo y los delirios de grandeza con una puntería terrorífica.

Lana Turner, que a mí no me convence excesivamente, borda su papel y Gloria Grahame, que a mí me convence excesivamente, está francamente convincente. Pero, por encima de todos, la figura de Kirk Douglas sobresale con un personaje que parece diseñado para él, pleno de socarronería y de insoportable carisma.

Curiosamente, muchas voces claman por la dulcificación de su desenlace. Yo, muy propenso a blandir ese hacha, discrepo; a mí la última secuencia me parece un prodigio absoluto, y yo ahí no huelo azúcar, olfateo hiel, más bien.

En fin, inmensa.
Barfly
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