Tiene una buena ambientación, interpretaciones bastante trabajadas y dos actrices guapísimas, pero poco más. Dura dos horas, pero ya antes de la mitad el aburrimiento se apoderó de mí, y como no me gusta dejar un trabajo a medias no tuve más remedio que usar el mando a distancia para saltarme varias escenas (larguísimas, vacías y reiterativas) y así poder terminar de ver la película.
Nos cuenta una relación de amor. Amor, sí, ese sentimiento que surge cuando dos personas se atraen y que todos hemos experimentado varias veces en nuestra vida; algo tan natural e irracional que no vale la pena querer hacer a los demás participes de nuestras emociones. Pero en esta cinta, como en muchisimas otras, se empeñan en intentarlo y, como casi siempre, sin éxito. Y es que ver a dos personas que se quieren y tienen relaciones sexuales no es cinematográfico, por mucho que lo adornen situando la aventura en la alemania nazi y convirtiendo a los amantes en dos mujeres lesbianas (¿y qué?).