Una mezcla de diferentes cosas e imágenes ya vistas muchas veces en el cine de terror americano moderno pero con un toque documentalista dogma para hacerla aun más "creible", bajo presupuesto indie y a ratos como de cine videocamara aficionado, rollo la Bruja de Blair. La primera mitad, un poco sosita y convencional de la película. no deja de ser un viaje-excursión campestre de 3 jovencitos. La segunda parte es la buena; te mete en una noche de terror duro, seco, crudo y en tensión sin fin en plan pesadilla nocturna con asesino loco, hasta el final. Entretiene, a ratos da cosita y poco más. Como valor positivo, el querer alejarse del gore americano facilón en el uso, de sustitos o con abuso de efectos de sonido, de sangre y de visceras por intentar hacer una propuesta de terror a lo dogma. Lo malo, pues lo sobada de la historia ya vista 100 veces y el guión que apenas da para un buen cortometraje y poco más y se ha estirado como un chicle para hacer la peli. Por suerte aguantamos sin bostezar. Además, y para acabar hay algunos detalles absurdos, típicos del terror de psicokiller más chorra que ponen nervioso al espectador. El mensaje de la peli: la nada violenta o intentar hacer negocio de refritos con cierto estilo personal.