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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama. Romance Una mañana, en la autopista, de camino al trabajo, Eddie Anderson intenta suicidarse. Al regresar del hospital, se encierra en un mutismo que sólo rompe para intentar que su mujer comprenda las razones de su malestar. Trata de explicarle sus frustraciones e insuficiencias vitales, y cómo su éxito como ejecutivo publicitario y su relación amorosa con su secretaria Gwen sólo han servido para poner de manifiesto la falsedad de su vida. A ... [+]
6 de diciembre de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
220/02(03/12/19) Fallido melodrama realizado por Elias Kazantzoglou, conocido como Elia Kazan, basado en su propia novela de 1967 del mismo título, donde vierte mucho de su biografía en el alter ego encarnado por el gran Kirk Douglas, tipo por otro lado bastante pasado de vueltas, egocéntrico, nihilista, y controvertido, con el que cuesta conectar una vez te das cuenta de su problemática, prototípica de la crisis de la mediana edad, esa que se da en gente acomodada. Kazan claramente influenciado por las corrientes artísticas del vanguardista cine europeo (recursos de flash-back anárquicos, zooms, planos cenitales, fragmentaciones, surrealismo visual, contrastes de color, música intrusiva,…). Tiene un inicio cautivador, con una ágil presentación de protagonista, con esa poética y perturbadora escena con Kirk conduciendo su Alfa Romeo y suelta el volante en medio de la autopista para el vehículo ir a parar debajo de un camión. Pero cuando hay que empezar a desvelar el porqué de la depresión el film sufre de disloque estructural, con introducción caótica y abusiva de flash-back, con insertos que parecen anuncios de perfume (el tramo de Kirk con Faye en la playa), con idas y venidas temporales que descolocan, con arranques de locura extemporánea del protagonista, con personajes a medio delinear que resultan confusos como el pagafantas de Faye, el padre de Evangelos, o el abogado de la familia. Entiendo que es una deconstrucción del reverso del Sueño Americano, sobre la infelicidad que da el tenerlo todo, esto me resulta un tanto grimante. Por lo que la cinta se adentra en el psicoanálisis, y para ello por momentos se hunde en lo onírico para intentar dar respuesta a la melancolía existencial del protagonista, queriendo hacernos ver la soledad e insatisfacción que sufre este ser en crisis, frustrado, decepcionado, y nostálgico.

Narra la historia de un exitoso de Los Ángeles -Área de publicidad ejecutivo de origen griego-americano, Evangelos Arness, que se conoce con el nombre profesional “Eddie Anderson” retratado por Kirk Douglas. Eddie es suicida y lentamente tiene un colapso psicótico. Es miserable en casa en su matrimonio con su esposa, Florence, interpretada por Deborah Kerr, y con su carrera. Está involucrado en una aventura tórrida con su amante y compañera de trabajo Gwen (Faye Dunaway), y se ve obligado a reevaluar su vida y sus prioridades mientras trata con su padre voluntario y anciano (Richard Boone).

Es un drama que quiere ser además una crítica social al capitalismo, a su hedonismo y decadencia moral, y me resulta curioso que intente dar lecciones morales alguien que traicionó a sus amigos durante la Caza de Brujas del senador McCarthy. Nos dibuja a un protagonista exitoso, con una gran casa, una esposa hermosa, un trabajo elitista de publicista. Para entonces Kazan virar para mostrarnos que todo esto no es más que una fachada de su huera vida, se encuentra ante una crisis vital, un tipo de clase media-alta. Tipo que en realidad vive un matrimonio yermo de amor, ha tenido una bella amante que lo ha dejado, tiene un trabajo que le resulta hastiante, y tiene un padre enfermo, con el que parece llevarse muy bien, cuando en realidad ha tenido un pasado tormentoso con él. Cuando entramos a conocerlo mejor vemos que es un ser autodestructivo, extremista en su modo de proceder. Su búsqueda de empezar de nuevo me resulta fatigosa, en idas y venidas excesivas, por momentos teatrales en su histrionismo expositivo. Un alambique narrativo que me saca y desconecta del desarrollo, un batiburrillo de ideas efectistas, como el juntar en la cama al Eddie vestido junto al Eddie desnudo, o especie de interpelaciones en pasado y presente. Todo esto para hacernos ver que Eddie se ha convertido en un bohemio con sentimiento de culpa (¿?) que desea empezar de nuevo, o quedarse en un psiquiátrico, para siempre, o venderlo todo, o quedarse con su esposa, o irse con su amante, lo que se dice una cabeza con una jaula de grillos. O quizás solo busca el amor puro que acepte su “coherencia” de idealismo de vida.

Es una cinta que me lleva de un lado a otro, como buscando que en su zozobra no miremos atrás en este protagonista tan volátil y voluble mentalmente, al que no hay asidero empático al que agarrarse. Douglas es mostrado en un rol que no le pega por la edad, y además no trata de ocultarlo, pues sus canas brillan y le hacen ver mayor, no me loc reo en sus amoríos con la preciosa y sensual Faye Dunaway, ella con 28 angelicales años y el con 52, 24 años de diferencia que se notan demasiado. Edad que también es problemática cuando vemos que el padre es el actor Richard Boone, que resulta que nació un año (1917) después que Kirk Douglas (1916), de hecho Kazan quería a otro actor para el rol, Marlon Brando, pero este reusó.

Este aspecto de la relación paterno-filial me resulta chirriante en su forma de desarrollarla, primero vemos a Eddie como devoto admirador y cariñoso de su padre, luego vemos el pasado donde el padre quería coartar la educación del hijo, para luego hacernos ver a la madre como la villana, es un quilombo ininteligible. La relación marital Eddie-Florence es otro puzle de vaivenes constantes, primero la vemos como abnegada sufridora de saber que hay un tercer vértice en su matrimonio, luego es una víbora junto a su hija, luego es amorosa-comprensiva, luego es una arpía, luego…

En conjunto me queda un film con demasiados virajes, que pretende mucho más de lo que consigue, busca en el exceso dramático enganchar al espectador, en lo artificioso antes que en lo fluido orgánicamente. Film que tenía mimbres para ser más de lo que me resultado siendo. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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