Media votos
6.5
Votos
5,841
Críticas
5,350
Listas
11
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
7
6.9
1,869
Comedia
Comedia satírica en la que cuatro grandes directores italianos hacen una adaptación cinematográfica de algunos cuentos de Boccaccio. En "Renzo y Luciana", Monicelli narra la historia de un hombre y una mujer que se ven obligados a casarse en secreto para no perder su trabajo. En "Le tentazioni del dottor Antonio", dirigida por Fellini, un hombre se siente muy escandalizado por un cartel publicitario. En "Il lavoro" Visconti cuenta la ... [+]
5 de diciembre de 2010
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
288/21(27/11/10) A principio de la década de los 60 cuatro de los mejores directores italianos, Mario Monicelli, Federico Fellini, Luchino Visconti y Vittorio de Sica (me falta Roberto Rosselini), realizaron cuatro historias de tres cuartos de hora cada uno que en tono de comedia satírica pretendían realizar un fresco de la sociedad italiana así como una dura crítica a la hipocresía, una doble moral imperante, cada uno de los realizadores con su particular sello, esta obra es una idea del extraordinario guionista Cesare Zavattini que escribe los cuatro relatos. La primera es ‘Renzo y Luciana’ de Monicelli, asistimos a un relato de problemática social en el que una pareja de recién casados tiene muchos problemas para intimar, bien porque en el trabajo no se enteren de que son pareja, o bien porque viven en casa de los padres de ella, aquí se hace un repaso a las dificultades laborales y de vivienda existentes en la época a través de una dulce historia de amor, es una narración que entronca con el neorrealismo italiano en el que se hace una agria radiografía de la clase obrera, en el que la masificación (vemos masificaciones en un autobús, en el trabajo, en la piscina, en un piso, etc.) convierte a los trabajadores en hormiguitas que solo sirven para currar, haciendo que esto derive en aplastar la pasión amorosa. El segundo segmento, ‘Las tentaciones del Doctor Antonio’, lo dirige Federico Fellini, en el que plasma sus turbias obsesiones, tocando temas tan comunes en él como sus turbaciones sexuales en las que arremete contra el falso decoro, con sus armas preferidas, el lirismo visual y su aparatoso barroquismo, rebosante de imaginativas ensoñaciones tienen su reflejo en este relato, en el se hace una devastadora crítica a la ambigüedad púdica representada en Antonio Mazzuolo (divertido Peppino De Filippo), un escrupuloso guardián de la moral cristiana que siente a tacada por un enorme cartel de publicidad en el que se ve a la voluptuosa y bellísima Anita Ekberg tumbada (dos años atrás Fellini la había dirigido en la ‘La dolce vita’), y con un provocador escote, colocado enfrente del piso donde vive, decide iniciar una cruzada personal para que retiren esta enorme foto, esta obsesión va increscendo hasta derivar en un delirio enfermizo, es puro Fellini, muy divertido y con una gran carga metafórica. El tercer relato lo dirige Luchino Visconti y se nota, tiene su marca por todas partes, trata un tema muy recurrente en su filmografía como es la hipocresía de la alta sociedad, su vida tan vacía de sentimientos, ya lo hizo en ‘El Gatopardo’, ‘La caída de los Dioses’, ‘Muerte en Venecia’ o ‘El inocente’.
Continua en Spoiler sin spoilers.
Continua en Spoiler sin spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En este caso, ‘El trabajo’, versa sobre una pareja de clase alta, el Conde Ottavio (buen Tomas Milian) y Pupe (preciosa y enternecedora Romy Schneider), un matrimonio de conveniencia para juntar la nobleza de él y el dinero de la familia de ella, y que se encuentra en punto de crisis al publicarse en prensa que el Conde está asiste a un prostíbulo asiduamente esto desemboca en un duelo maravillosamente agrio entre los dos, él justificándose y ella desplegando toda una artillería de cinismo y de sutil mala uva, derivando en un doloroso desengaño en el que Romy realiza un trabajo soberbio en la emisión del daño moral, Visconti nos deleita con una dura crítica a la falsa doble moral imperante en la aristocracia, en la que las buenas maneras se mezclan con los comportamientos más mezquinos. El cuarto y último tramo, ‘La rifa’, de Vittorio de Sica, se apoya en la personalidad devastadora de Sofia Loren, para realizar un retrato de las clases bajas en un pequeño pueblo italiano, durante las fiestas se rifa a Zoe (espectacular Sofia Loren), una itinerante feriante que ante sus problemas económicos se ofrece de esta forma, en la villa no se habla de otra cosa, todos los hombres están alterados ante este acontecimiento, mientras Zoe despliega entre los lugareños su portentoso carisma sabiendo moverse dignamente ante estos ‘buitres’ sedientos de carne, el relato peca quizás de personajes estereotipados, donde las situaciones son previsibles, aunque divertida, se nota demasiado que se dejada al amparo de la carismática Loren , un torbellino que lo borda, es otra diatriba a la doble moral, se nota el cínico sello humorístico de de Sica. El resultado final de las cuatro historias es de principio que tres horas son demasiadas, se deberían haber hecho dos películas, verlas del tirón es demasiado sacrificio para lo que nos cuenta, obviando esto, nos queda una entrañable antropológica radiografía de un país, Italia, y de un tiempo anclado en el costumbrismo cultural religioso de la era post-Mussolini, con unos realizadores que marcan a fuego con su calidad sus mediometrajes, con unos interpretes magníficos, y donde también han trabajado los mejores en otros apartados como la fotografía, Giuseppe Rotunno, Otello Martelli, música, Nino Rota, o guionistas, Cesare Zavattini, Suso Cecchi d’Amico, Ennio Flaviano, Tullio Pinelli o Brunello Rondi. Recomendable a los que gusten de buenas críticas a la ambigüedad moral, aunque pequen de algo simplistas. Fuerza y honor!!!