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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama Habiendo sobrevivido más que sus contemporáneos, el anciano "Lucky" se encuentra en el tramo final de su vida, donde se verá impulsado a un viaje de autodescubrimiento. (FILMAFFINITY)
11 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
118/09(23/07/19) Encantadora dramedia canto a la vejez, protagonizada por un Homérico Harry Dean Stanton en su último papel (Mea culpa no haberle dedicado antes mi humilde tributo) en pantalla antes de su muerte el 15/09/2017 (filmó durante 18 días), dos semanas antes del estreno comercial de Lucky en USA, con un rol de meta-cine, (tenía 91 años haciendo de un nonagenario), donde la ficción se confunde con la realidad tras las cámaras. Ópera prima del director John Carroll Lynch (es actor) a partir de un guión de Logan Sparks y Drago Sumonja (escribieron su guión con Stanton en mente como el personaje del título), donde el actor da vida a un hombre de 90 años y su lucha contra la vejez. La cinta minimalista se convierte en una delicia serena que te cala poco a poco por el poder de ver a un tipo carismático e íntegro aceptando con dignidad su condición de mortal y viejo, un certera reflexión con trazas existencialistas sobre el paso del tiempo, sobre el saberse al borde de la muerte, un relato crepuscular epidérmico desde la extraordinaria presentación de ‘Lucky’, en su monótona y sencilla existencia, la comedia sutil en miscelánea con el retrato de personalidad en el ocaso, un drama que despliega filosofía de vida hablando del fin, y todo ello sin caer en sensiblerías baratas, aunque si sea sensible. Una meditación sobre lo que dejamos atrás y hacia dónde vamos enfrentando nihilismo y trascendencia, el ciclo de la vida llega al abismo. El realizador compone algunas escenas revestidas de una melancolía lírica sugerente, con momentos enternecedores, con una dirección de actores sensacional, con un uso de la cámara con reminiscencias al western por cómo se enmarca en el desierto, ello con efluvios al film icono de Stanton, “Paris, Texas”. Un argumento sin una trama determinada, parece no ir hacia lugar alguno, pero en su metraje nos habla de simplemente el Sentido de la Vida desde un prisma honesto, son un devenir de viñetas en el invierno de la edad, que nos dan un perfil fascinante.

Harry Dean Stanton (1926-2017) trabajó con varios directores como Wim Wenders, Ridley Scott, Francis Ford Coppola, David Lynch, quien además fue su amigo y tiene una actuación especial en Lucky. Con más de 200 trabajos en su filmografía, entre películas y programas de televisión, Stanton se caracterizó por ser un excelente actor de carácter con un aspecto entre tristón, melancólico y decaído, sumamente expresivo. Y es que la película es claramente un homenaje a este eterno secundario, quedando un conmovedor testamento del actor que encandila. Actor, con el que había un dicho “Si en la película sale Stanton no puede ser mala”.

El comienzo es con Lucky despertando una mañana, vemos a un tipo escuálido, endeble, se fuma un cigarrillo, luego hace yoga. Vive solo en pequeña casa en una pequeña ciudad del desierto de Piru, California. Bebe un vaso de leche fría (lo único que hay en su refrigerador). Más tarde, se dirige a un restaurante para tomar un café, tiene relación amistosa con el propietario Joe (Barry Shabaka Henley) y el personal. Hace su crucigrama de su diario. Se dirige a una tienda local donde compra otro paquete de cigarrillos y otro envase de leche donde charla amistosamente con la propietaria, Bibi (Bertila Damas). Esa noche, Lucky se detiene en un bar y tiene unos Bloody Marys con los lugareños que frecuentan el establecimiento. Uno de los clientes habituales llamado Howard (David Lynch) está deprimido desde que su tortuga mascota se fue. Hasta que un suceso le hace replantearse su vida.

Una construcción de clima atemporal, de lugar parado en medio de la nada, donde pasaremos un rato con unos personajes entrañables, en medio de diálogos ingeniosos, con mucho de humor, con mucho de pequeños pensamientos sobre la vida y la muerte, donde no importa el final, lo que prima debe ser la travesía recorrida, todo tiene un sentido existencial, coronado por ese final abierto. Se desdramatiza la vejez, se quita tragedia a la muerte, se da humor a las set-pieces, donde cada personaje tiene peso en ir perfilando de un modo u otro un mosaico sobre nuestro tránsito vital, ello mediante aseveraciones, anécdotas, vivencias, dudas, errores, un compendio que talla un collage reflexivo sugestivo sobre una vida.

Harry Dean Stanton es el sol sobre el que gira este film, la razón de ser de todo el metraje, un faro eterno que en su mimetización entre actior y personaje nos cautiva, no vemos la actuación, es una persona dejándonos su testamento vital. Derrocha carácter, carisma, cinismo, nihilismo, ironía, reflexión, de una humanidad que nos inunda en cada escena, sin caer en lo maniqueo, en lo autocompasivo, no quiere que le tengamos pena, ha vivido como ha querido, y ahora lo sigue haciendo tras el ataque de pánico que le pone frente a su mortalidad. Tipo que al escucharlo sentimos conocerlo, que al oírlo con sentimiento de culpa hablar de ese ruiseñor que mató de niño nos emociona, escucharlo hablar de sus batallitas de la WWII con otro veterano nos hace adorarlo, o esa mirada a los grillos por los que ha sentido compasión, o esa épica interpretación del “Volver” de Fernando Z. Maldonado en un cumpleaños acompañado de unos mariachis (y que oigo ahora mismo. Stanton tenía una banda llamada "The Harry Dean Stanton Band" en la que tocaba la guitarra. Regularmente tocaba temas de jazz, pop, y tex-mex en la zona de Los Ángeles y en el bar de Hollywood 'Jack's Sugar Shack'. También participó en el vídeo musical Dreaming of You, de Bob Dylan). Ateo militante esgrime su reflexión “carpe diem”, no hay nada más allá de esta vida, disfruta el momento. Ese cuerpo enclenque huesudo, esos andares que parece caer el cualquier momento, esa sonrisa plácida (la última a cámara es de las que te traspasa), soltero militante, solitario que se encuentra a gusto en esta condición, así como viviendo en rutinas entre amigos, un taciturno, seguro de sí mismo, memorable actuación de un poder expresivo apabullante, GRANDE;…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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