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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Serie de TV. Terror. Fantástico Serie de TV (2014-2016). 3 temporadas. 27 episodios. En la Inglaterra victoriana, con el telón de fondo de famosas creaciones literarias como Frankenstein, Drácula o Dorian Gray, un antiguo explorador, Sir Malcolm Murray, una vidente con secretos, Vanessa Ives, un pistolero americano, Ethan Chandler, y un prometedor cirujano se unen en Londres para combatir una amenaza sobrenatural que habita en el inframundo e intentar rescatar a una ... [+]
11 de enero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
243/12(11/12/16) Acabo de terminar de ver el último episodio de la tercera y última temporada de esta atractiva serie hiper-gótica, dejándome un buen sabor, no exquisito, pero si agradable. Producida para el canal Showtime, creada por el reputado dramaturgo y guionistas tres veces nominado al Oscar, John Logan (“Gladiator”), propuesta que hace sugestiva mezcla de personajes literarios clásicos (del terror) del Londres victoriano (Frankenstein, Drácula, Dorian Grey, El Hombre Lobo, o el Doctor Jekyl, y con ellos sus universos), reinventa y revisiona de modo respetuoso, en labor que recuerda a “La Liga de los Hombres Extraordinarios” de Alan Moore, pero abordada desde otro punto de vista, introspectivo, se analizan los demonios internos que conllevan estos personajes, ello enmarcado en historia sórdidas y en muchos casos confusas. Su mayor pilar, su fascinante ambientación, nos sumerge en un Londres tétrico, labor de creación de atmósfera enfermiza fabulosa, con espléndida fotografía, diseño de producción superlativo, vestuario maravilloso, maquillaje muy expresivo, incisiva música, deriva en recreación impresionante de este idealizado tiempo y lugar, añadiéndose unas actuaciones que dan sentido a sus alambicados relatos, estos combinando el terror, el drama, el romanticismo, la aventura, el suspense y algo de acción, porque esos sí, el que vaya buscando una serie de peleas, persecuciones, batallas, violencia extrema, que se olvide, hay de todo esto, pero en pequeñas dosis, de hecho cuando llegan no son tramos para recordar. Es una serie de digestión lenta, le cuesta atrapar, lo hace más por el envoltorio que por el contenido, y es que este se hace por momentos demasiado denso, pero con sus altibajos también hay buenos momentos, buenos diálogos, personajes sensiblemente descritos, con los que conectas, se les matiza, se les da aristas, se humaniza a “monstruos” de nuestro imaginario literario, se les da fondo, se les da alma atormentada, se les imprime frustración, un pasado que les oprime y asfixia, sumado a situaciones tensas e intensas, explorando con mordacidad la fina línea que separa el bien del mal, reflexionando sobre el sentido de la vida, sobre las falsas apariencias. Los personajes literarios se mezclan con otros de invención del creador, Sir Malcolm Murray encarnado por el veterano y solvente Timothy Dalton, y sobre todo la estrella de la serie, la carismática y angustiada Vanessa Ives, dándole vida una magnífica Eva Green. Tiene entre sus taras más evidentes el tomar se demasiado en serio, en su cortante solemnidad, un poco de humor (el oscuro) habría dado más brillo al resultado final, algo de lo que adolece por completo. Entre los directores que pasan por la serie destacan los españoles José Antonio Bayona (dirige 2, entre ellos el primero), y Paco Cabezas (dirige 4, entre ellos el final), siendo claves, uno para crear la atmósfera con que se da arranque y el otro para dar conclusión a las tramas, a este sentido crucial contribuye otro hispano, el director de fotografía Xavi Giménez (“Ágora”), que trabaja en el capítulo piloto.

Tiene el acierto que manejando muchos protagonistas sabe darle a cada subtrama para desarrollarse, cruzándose de vez en cuando unas con otras, pero sin atropellarse, fluyendo los mundos interiores convulsos de cada uno de ellos, seres complejos y desorientados buscando su lugar. Personajes con punzante desasosiego, apasionados, enamoradizos, lujuriosos, afligidos, amargados, frustrados, en donde el drama interior prima, las dudas atosigan, los sentimientos de culpa les abruman. Ello en historias donde los diálogos están cuidados con mimo, se nota, influenciados en la literatura romántica. Con un arco de desarrollo de personajes que resulta fluido y gradual (aunque no siempre), donde subyace una batalla existencial entre ellos mismos, la oscuridad del alma lucha contra la luz, hablándonos de las esperanzas, los anhelos, las ilusiones, las ansias de redención, frente a las debilidades humanas, el egoísmo, la envidia, la arrogancia, o la lujuria. Todo escenificado de modo penetrante en el que cala la melancolía ambiental, haciéndola una segunda piel de los personajes de este universo poblado de seres disfuncionales, anti-héroes que se mueven en las sombras, en la media, luz, entre luces de velas, entre neblina, en un clima cuasi-onírico de enorme decadencia, donde las leyendas son revisionadas con bastante ingenio. Una obra catódica que hace sobre todo un canto a la diferencia que nos hace personas, a la individualidad, a que la normalidad es algo inexistente, un unicornio. En una evolución de los episodios que se cuece a fuego lento, con picos cautivadores y otros no tanto, donde las relaciones entre los personajes son el motor constante, ello salpicado de dosis de acción, violencia cruenta, y también escenas de sexo.

En el lado de los defectos: No todas las subtramas poseen el mismo interés, incluso dentro de las buenas hay momentos difusos, falta consistencia y solidez, con vaivenes que repercuten en una narración arrítmica y dispersa en ocasiones, derivando en algún estancamiento; Logan abre demasiado el abanico y no sabe apretar lo suficiente; Las resoluciones de muchos problemas devienen en lo simplista, ejemplo las muy torpes y previsibles peleas del grupo contra enemigos bien sean vampiros o brujas quedan nulas de emoción ante la sensación de meros figurantes sin alma a los que fulminar porque sí; Conforme avanza la serie nos damos cuenta que la conexión que había al principio entre todos los personajes protagonistas deviene con el paso de los capítulos en interrelaciones forzadas, metidas con calzador, ejemplo es que pinta Frankentein con Sir Malcolm, no hay nexo emocional que los una, el Dr. tiene su propia jugosa subhistoria, cuando se une al Sir es un parche; Como ya he dicho arriba peca de sequedad, de rigidez, no cabe el más mínimo humor, esto hace el producto áspero y difícil de “tragar”;... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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