340/18(27/11/11) Insulsa ópera prima de Gary McKendry, un anodino thriller que tiene su mayor tara en su pretenciosidad a la hora de intentar criticar a los poderes ocultos del Estado, pues si lo hace con este producto roza la ridiculez. Si no se hubiera tomado en serio podría haberse disfrutado más, si hubiera sido una gamberrada más puesta al servicio del hombre de hierro Jason Statham tendría un pase, pero no, ansia hacer una reflexión sobre los servicios secretos que nos rodean y la pifia, empezando por un guión más sobado que las tetas de Pamela Anderson, unos personajes tan planos como una mesa, no tienen dilemas morales, matan y matan como robots, hay unos diálogos que de tan manidos son risibles, unos actores de prestigio Clive Owen y Robert DeNiro que solo tienen la disculpa de que les falte dinero para llegar a final de mes, Clive intenta aportar algo, eso sí, sin éxito, pero el gran DeNiro está solo presente en cuerpo, el alma la ha vendido al Diablo-Dólar, hace muchos años que vive de las rentas, debe haberse cansado de actuar, y eso es una pena pues uno de los más extraordinarios actores que ha dado el cine, hay una historia de amor metido con calzador, lo que se llama un pegote, lo de que este basado en hechos reales es cuando menos un insulto a la inteligencia. Incluso para un film de acción carece de una escena cumbre, una para el recuerdo, son peleas, tiroteos, explosiones, persecuciones, que entretienen sin más, incluso en su debe está el hecho de hacerse larga, le sobra metraje para hacer un pasatiempo ameno. Intenta tener profundidad al enfrentar a dos caras de una misma moneda, una especie de ‘Heat’, y en lo único en que se parecen es que en las dos sale DeNiro, en una está arrollador y aquí pasa el cazo, en el duelo el que sale perdedor es el espectador que pierde 105 minutos en un producto fatuo, al que si le hubieran metido algo de humor se hubiera digerido algo mejor. Recomendable para amantes de la acción hueca. Fuerza y honor!!!