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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Acción. Thriller Ito, un hombre que trabajaba para la mafia, tendrá que proteger a una joven y escapar de su anterior banda criminal en una violenta batalla en las calles de Jakarta. (FILMAFFINITY)
13 de julio de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
215/19(13/07/20) Por lo que había leído del film tenía esperanzas en esta cinta indonesia de acción escrita y dirigida por Timo Tjahjanto, pero me he encontrado un producto carente de empatía alguna con el espectador, donde se convierte en un festival de pornografía del gore durante prácticamente sus dos horas de metraje. Claramente montado en la ola del éxito de “The Raid” y su secuela de Gareth Evans, una especie de versión alargadísima de la famosa pelea de “Old Boy” en el pasillo, derivando este en una reiteración que termina por producir lo peor de una película, el tedio, ye s que como tampoco has conectado con una historia acartonada y con unos protagonistas sin alma, meros cuerpos que pelean sin descanso, a los que los golpes y heridas no parecen afectarles más allá del propio instante en que los sufren. Se le quiere dar un fondo emocional con la liviana percha de un sicario despiadado que encuentra motivación a su redención intentando salvar a una niña (suena a muchas otras, ejemplo a “León”), pero es un torpe McGuffing, pues nunca hay una relación entre salvador y niña, todo es una pose para que nos importe lo que le pase al ‘héroe’, al que se le quiere dar un halo de tragedia del inevitable destino, pero esto nunca se consigue, pues se convierte en un autómata que cual maratón sin fin se dedica a dar palizas y matar a decenas y decenas cuando no centenas) de hombres. Para que no nos cansemos (eso intenta) cambia el director en algún tramo a una pareja de hombres que protegen a la niña, o con una mujer que igual que aparece de la nada desaparece, un ser inane.

La película transcurridos 20 minutos se convierte en un videojuego en los que te da igual lo que les ocurra a todos estos seres, que se dedican a luchar, disparar, mutilar, machetear, estrangular, ello con sangre como si no costara (aunque la hemoglobina para cauterizar en segundos tras abrir heridas, milagroso!), utilizando todo tipo de armas rudimentarias, desde huesos, cortinas, cúters, destornilladores, o cuerdas de piano cual yoyo. Un tsunami híper violento dentro de un desarrollo que se desinfla rápidamente, pues encima se toma en serio, demasiado solemne para la hipérbole inverosímil a la que asistimos, todo exceso sobre exceso. Pero es que además las peleas me han resultado muy artificiosas, antinaturales, sin credibilidad, las coreografías penosamente se notan, ves como miden cada movimiento cual si estuvieran ensayando, se dan los golpes y notas el momento preciso en que finge notarlo, intentan (quizás) subsanar esto con un trabajo de sonido pasado de rosca en como expresar los golpes, cosas tan ridículas como asistir a peleas ‘gang bang’ en que el bueno debe enfrentarse a decenas de malos, pero estos incomprensiblemente esperan pacientemente a que vaya pasando el siguiente, cosas tan chirriantes que cuando un malo puede acabar con el bueno con disparos prefiere hacerlo a ‘hostias’, y ya sabemos cómo acabará, vemos como hay un vendaval de balaceras contra alguno de los buenos y parecen tener un escudo invisible que impide les den. Mención aparte tiene la pelea del clímax, con todos los vicos expuestos, pero con el acicate que me resulta poco imaginativa y con ello interminable cual visión del video de la boda de unos amigos. Por cierto, en este clímax el ‘héroe’ se enfrenta a su némesis, y este debiera tener empaque para dar lustre a este supuesto punto álgido, pero resulta un malote low cost.

Y además cuando llegamos al final me importa un bledo lo que está pasando, todo me resulta alejado. Emocionalmente me siento tan conectado como si en una peli porno se casan los protagonistas.

Por poner algo interesante en este océano de insustancialidad, está la batalla del inicio en la cámara frigorífica, muy atávica en los elementos presentes, en la forma cavernaria de pelar y matar, pero esto dura muy poco, pues luego se embarca en un rally peleas cansinas que me agotan hasta aburrirme, y esto tratándose de un película de acción desenfrenada es un pecado capital.

Me queda una película tan violenta como gélida. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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