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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia Logroño, 1959. Fabianito, un chico de catorce años, presencia sorprendido los preparativos del velatorio de su bisabuelo, un ilustre ciudadano local. Mientras la familia espera impaciente la llegada del alcalde, Fabián descubre el amor. Los acontecimientos y las visitas se suceden de forma tan incontrolable que llegan a provocar las situaciones más cómicas e imprevisibles. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2013
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
234/09(19/11/12) Me temía lo peor con esta cinta, arrastraba críticas que la destrozaban, sin ser notable no es ni mucho menos mala. Es la tercera parte de la trilogía azconiana iniciada por el italiano Marco Ferreri en 1959 con ‘El Pisito’ y en 1960 por el mismo director en ‘El Cochecito’, las tres historias están en el libro de Rafael Azcona ‘Pobre, paralítico y muerto’, una dura crítica a la sociedad de la época. José Luis García Sánchez se pone al frente del proyecto en lo que es un homenaje al más grande guionista español, para ello guarda el respeto al blanco y negro en que se rodaron las dos anteriores. Estamos en Logroño a finales de los 50, en un piso de una familia católica y franquista, con los dogmas que esto conlleva, muere el abuelo de 99 años, toda la acción se desarrolla durante el duelo en la vivienda, y varias historias se entremezclan en lo que ansia ser un fresco histórico del momento, en el centro estará Fabianito (Airas Bispo) un adolescente de 14 años con la lívido efervescente que ve en un moderna tía Clara (Blanca Romero) una válvula de escape para su calenturienta mente. El relato es una nostálgica propuesta sobre los cambios generacionales que se producían en España, de cómo los jóvenes pretendían desafiar el status quo, de cómo el futuro llegaba a los hogares, ejemplo la televisión que aparece en medio de un funeral, entonces un televisor era marcar el poder adquisitivo de una familia, daba igual que la señal impidiera ver la imagen. Se arremete con irregular humor contra el catolicismo, la marginación social o el machismo, se alternan buenos momentos con otros que rozan la astracanada, ello con melancólicos tributos al estilo Berlanguiano con largos planos-secuencias. Se atisba la mala leche de Azcona, aunque José Luis Sánchez no es ni Ferreri ni Berlanga, está a años luz de su ingenio, aún así deja notables destellos. Tampoco los actores son los que fueron, aunque es reseñable una de las últimas apariciones en pantalla grande del gran Carlos Larrañaga, pecan en muchos casos de sobreactuados, repelente me queda el mozo Airas Bispo, veneno para la historia, igual es por el recurso de haber grabado sin sonido y tener que metérselo doblado, le ha quedado regular esta medida. Al relato se le ven grandes posibilidades pero es un quiero y a veces puedo, ha quedado demasiado artificioso, rozando lo teatral, me da la impresión que al querer ser tan homenaje se han olvidado de tener libertad creativa con lo que se han acartonado, no se mantendrá en el recuerdo pero tampoco te aburrirá. Su puesta en escena no pasa de austera con una claustrofobia ambiental que rezuma teatro. Es de agradecer su corto metraje que impide lleguemos en momento alguno al tedio, quedándonos una interesante y agradable divertida agri-dulce comedia negra, una radiografía costumbrista con algún momento hilarante, entre los que no está Fabianito. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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