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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Bélico. Drama. Acción El sargento Tom Highway, veterano de las guerras de Vietnam y Corea, vuelve a los Estados Unidos para llevar a cabo una misión nada fácil: instruir a un grupo de novatos desmotivados e indisciplinados para convertirlos en auténticos marines. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
241/10(10/12/16) Envejecido film del gran Clint Eastwood, hija de la década de los 80, prolija en productos patrioteros muy del ideario justiciero de la era Ronald Reagan, una oda a la testosterona, a las buenas que son las guerras para despertar buenos sentimientos (ataque de cinismo), cinta hecha a mayor gloria de Eastwood, en un rol que se siente en su salsa, uno de sus películas icónicas, pero no de sus mejores (ni de lejos), donde su aire de duro, de malhablado, de rudo, pero trasluciendo buen corazón, es aprovechado por el actor y director para con frases punzantes dejar huella en su primer tercio. Posee un buen arranque, enganchando en la presentación de ese entrañable chusquero que por boca tiene una ametralladora de tacos que encadenan de modo delirante chistes homófobos y misoginia, provocando las sonrisas en el espectador, pero en cuanto la saturación de este recurso cómico debe dejar lugar a una narración orgánica se desequilibra, no tiene nada original que contar, nada resulta fresco, si humorístico, pero no genuino, lo del veterano teniendo que instruir a imberbes, chocando las generaciones, y que al final unos y otros se tomaran cariño está más visto que la luna, la trama es de lo más vista y previsible. Lo bueno es la energía vital y el desparpajo con que lo cuenta, y como no hay ansias de pretenciosidad, solo ser un pasarrato escapista, lo consigue, y es que compararla con “Oficial y caballero” o “La chaqueta metálica” sería hacerle un flaco favor. El guion de James Carabatsos (“Atrapados sin salida”), Dennis Hackin (“Bronco Billy”), y Joseph Stinson (“Ciudad muy caliente”), es destacado en su artillería (nunca mejor dicho) de frases lapidarias, pero falto en dar algo de trasfondo, si acaso en banalizar de modo cuasi-caricaturesco el ambiente militar, y lo que es el colmo la guerra, ello en una la recreación de una batalla chusca, he visto a mi hijo en más peligro en la piscina de bolas del McDonalds, quedando en conjunto como un entretenimiento vacío. Curiosamente, aunque pueda parecerlo, la cinta no fue del agrado del ejército USA, ello debido al lenguaje malsonante del protagonista y al retrato negligente de los mandos militares.

Film aparentemente bélico, pero que tiene su fuerte en el humor, en la deslenguada boca del sargento protagonista, con frases para el recuerdo, en una actuación poderosa y carismática que arrolla con imponente facilidad, riéndose de los demás y de sí mismo (divertido ese toque de que le guste leer Cosmopolitan para entender algo a las mujeres), enmarcado en universo machista donde prima lo blanco y negro, los valientes y los cobardes, los buenos y malos, los simpáticos y los rígidos, escenario donde la mujer es solo un accesorio para los descansos del guerrero, porque aunque quieran vendernos a la ex de Highway como dura, en realidad todos sabemos cómo acabará.

Eastwood dirige con ritmo vibrante, desarrollo que no engaña (tampoco sorprende) a nadie, da lo que se espera, sin arriesgar un ápice, siguiendo lugares comunes en el polifacético artista de San Francisco, hablándonos de modo trivial del sentido del deber (castrense), de la lealtad, de la amistad, de la integridad, del otoño de los años, del sentido que para cada uno tiene la vida, del choque generacional. Asimismo hace un estudio de personalidad del protagonista (el mismo), exhibido como un anacronismo en tiempos de paz, es un tiburón que necesita de la acción para sobrevivir, tipo autoritario que paradójicamente le cuesta obedecer, expresándose de modo soez y ordinario (si hoy la hicieran estaría vetada por asociaciones de gays, no recuerdo un film tan agresivo contra los homosexuales en el modo en que ríen de ellos), un soldado convertido en una máquina de guerra, que en tiempos de paz está fuera de sitio, debe fogar peleándose con unos y otros (termina en varias ocasiones en calabozos), tipo que vive anclado en el pasado, en los códigos de antaño, y sobre esta personalidad se teje este sencilla historia. También subyace una ácida visión de los mandos, una dura crítica a que las academias militares no son lo mejor, que lo bueno es la experiencia de campo, una agria mirada a la juventud desorientada que necesita de referentes para encauzarse, viniendo a decirnos que le hace falta mano dura para guiarla.

Pero lo malo es la trivialidad con que se toman la vida castrense, como si de un parque temático, donde puedes retar a tus superiores a duelo de puñetazos como si nada, puedes insubordinarte y nada, vas a la guerra y te lo pasas pipa, una visión almibarada del belicismo, donde los malos comunistas son vistos como decorado sin alma (incluso provistos de habanos los cadáveres para el sargento ávido de puros buenos), donde una batalla es recreada como una salida de campo para salvar a bellas rubias en pelotas, y cuando vuelves del “camping” te están esperando las chavalas (buenísimas) con la lujuria ansiosa de ser calmada, eres un héroe y no mereces menos (ataque de cinismo). Los secundarios son unos estereotipos ajados, el sargento duro chusquero pero de buen corazón, el amigo leal con el que hablan de sus batallitas (nunca mejor dicho), los mandos que saben mucha teoría pero nada de práctica y que le hacen la vida imposible al protagonista, el “motor mouth” (secundario graciosete, que normalmente es negro, que no para de hablar), antiguo amor con el que intenta reconciliarse el héroe, pretendiente memo de esta (para que todos empaticemos mejor con que debe levantársela por el bien de ella), y todos con menos profundidad que un plato plano, con situaciones que se mueven entre lo rutinario, lo previsible y lo ridículo, un microuniverso donde los dilemas morales son inexistentes, la duda es nula, los machos son muy machos, las mujeres se mojan las bragas por los soldados, una idealización sonrojante del mundo militar, una extraordinaria campaña para que los imberbes jóvenes USA se alisten en el ejército. (sigue en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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