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Voto de TOM REGAN:
6
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Bélico. Thriller
Año 1942. Dos checos saltan en paracaídas cerca de Praga con la orden de atentar contra el líder nazi Reinhard Heidrich, General de las SS y conocido como "el carnicero de Praga". Basada en la historia de la Operación Antropoide, la misión de la Segunda Guerra Mundial para asesinar a Heidrich, tercero en la línea de mando y artífice intelectual de la Solución Final. (FILMAFFINITY)
12 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
24/01(01/02/17) Correcto sin más esta revisión de Sean Ellis sobre los acontecimientos que rodearon al asesinato en Praga, durante el apogeo de la WWII, Reinhard Heydrich, coproducción entre Gran Bretaña, República Checa y Francia, narra la preparación, ejecución y secuelas del operativo, atentado por parte de un comando de checos vueltos del exilio en Londres, ya llevado a la gran pantalla en dos ocasiones más, la primera por parte de Fritz Lang, “Los verdugos también mueren” (1943), realizada en Hollywood un año después de los hechos que narra, en plena contienda, se toma más licencias, además de no conocerse bien los hechos, fue realizada como obra de propaganda. La segunda es una pequeña producción rodada en Praga, “Siete hombres al amanecer” (1975) y dirigida por Lewis Gilbert. Esta es filmada en los lugares reales de los hechos, excepto lo referente al clímax final en la catedral ortodoxa de los Santos Cirilo y Metodio, se rodó en plató de estudio, informes de la época han permitido al realizador recrear el acto final de la película (el asesinato y el sitio de la iglesia) con precisión extrema. Obra de encargo, diseñada y producida por la televisión checa con objetivo de homenajear a los héroes de la resistencia praguense en la II Guerra Mundial y para dar relieve internacional se rueda en inglés (con acento del este de Europa) y alemán (sin rastro del checo) y los protagonistas son los reconocidos Cillian Murphy (el eslovaco Jan Kubiš) y Jamie Dornan (el checo Jozef Gabčík), dan vida a dos insurgentes, aparece Toby Jones en un rol secundario. Misión de este comando era la eliminación de Reinhard Heydrich, general de las SS, de los miembros más importantes del III Reich, conocido como “El carnicero de Praga”. Esta mezcolanza de lugares reales con actores no autóctonos con lengua no real repercute en su contra, asimismo se denota pobreza en el diseño de producción, todo muy frugal (excepto el clímax en la catedral), resto provoca sentir gran precariedad de medios, con lo que el dibujo de una Praga melancólica queda difuso, a lo que no ayuda un débil guión del propio director junto a Anthony Frewin (“La chaqueta metálica”), se queda plano en la construcción de personajes así como imprimir tensión, tampoco el ritmo es el adecuado, haciéndose algo lento, aún así es apreciable como ejercicio pedagógico y homenaje a unos valientes que creyeron cambiaban la Historia.
Reinhard Heydrich fue Jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich (tras haber sido de la Gestapo y la SD), cerebro organizador de la Noche de los Cristales Rotos, SS y Reichsprotektor del Protectorado de Bohemia y Moravia (actual República Checa, ocupada poco después de Polonia), era uno de los más altos jerarcas del régimen nazi. Tercero en la cadena de mando, después del Führer y de Himmler. El 27 de mayo de 1942, un comando de miembros de la resistencia checa y efectivos enviados por el gobierno del país en el exilio atentó contra él, atentado el 27 de mayo y posterior muerte el 4 de junio de 1942.
Hándicap de que todos (al menos la mayoría) saben lo que va a pasar, debería ser compensado con frescura y originalidad y no es así, se atienen a una estructura lineal academicista a la que le cuesta coger ritmo, lo que antecede al atentado se siente lento: planificación, debates internos y melodramas románticos se sienten forzados, desvían la atención, es para humanizar a los protagonistas, pero desvía la atención de lo importante. Deriva en que la emoción se siente estancada, las tensiones latentes en la resistencia se sienten clichés, los de acuerdo con la misión y los que sienten las repercusiones están por encima del “premio”, crecen recelos y desconfianzas, escarba en dilemas el magnicidio puede provocar, el idealismo romántico del sacrificio por una causa mayor frente a la bomba de relojería puede producir. Tampoco a los personajes se les da algo de fondo, delineados en trazos gruesos, no hay dudas solo determinación, su binomio protagónico juega a algún nimio contraste al hacernos ver que uno (Jan) se ilusiona con el después, haciendo planes sentimentales de futuro, y el otro (Jozef) es un pragmático siente solo que su horizonte es su misión, el resto no existe, su sacrificio lo siente total, sin espacio para vida propia, pero esto se siente un tanto plano, impostado.
Y es que la cinta va de muy monocorde y ordinaria a un incisivo tramo que empieza con el atentado, filmado cámara en mano para infundir realismo, narrado con buen pulso y vigor (cámara en mano), con ultraexpresivos primeros planos que extraen la tensión asfixiante del momento en una reconstrucción fiel a los hechos, ganando en ritmo al desencadenarse las consecuencias vengativas nazis, dando paso al miedo latente en la población, y sobre todo en los que algo saben, esto se escenifica con el tsunami de suicidios por cianuro, vemos el salvajismo de las torturas nazis a los sospechosos, hasta desembocar en el asedio a la catedral (seis horas), con un brutal intercambio de balaceras, explosiones, y muertes, rodado esto con gran pulso y vigor, hasta desembocar en el clímax final con delirios elegiacos (spoiler).
Se echa en falta que el foco hubiera estado de algún modo en el otro lado, en los nazis, que hubiera tenido peso Heydrich y no hubiera quedado en un cliché fuera de campo, que hubiéramos visto los días que posteriores al atentado y que pasó el jerarca alemán en el hospital, el haber asistido a como llevaban a cabo la investigación (vengativa) contra la población civil, de este modo no se habrían sentido meras figuras caricaturizadas en su maldad, haciendo esto que pierda fuerza y originalidad la propuesta. Achacable es que apenas vemos dimensión de los estragos que produjo en la población la vendetta nazi, algo que se menciona, pero siempre está fuera de campo, se pasa de puntillas sobre esto, mermando con ello en retrato amplio de los hechos y sus consecuencias, reduciéndolo a los “siete”.
Reinhard Heydrich fue Jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich (tras haber sido de la Gestapo y la SD), cerebro organizador de la Noche de los Cristales Rotos, SS y Reichsprotektor del Protectorado de Bohemia y Moravia (actual República Checa, ocupada poco después de Polonia), era uno de los más altos jerarcas del régimen nazi. Tercero en la cadena de mando, después del Führer y de Himmler. El 27 de mayo de 1942, un comando de miembros de la resistencia checa y efectivos enviados por el gobierno del país en el exilio atentó contra él, atentado el 27 de mayo y posterior muerte el 4 de junio de 1942.
Hándicap de que todos (al menos la mayoría) saben lo que va a pasar, debería ser compensado con frescura y originalidad y no es así, se atienen a una estructura lineal academicista a la que le cuesta coger ritmo, lo que antecede al atentado se siente lento: planificación, debates internos y melodramas románticos se sienten forzados, desvían la atención, es para humanizar a los protagonistas, pero desvía la atención de lo importante. Deriva en que la emoción se siente estancada, las tensiones latentes en la resistencia se sienten clichés, los de acuerdo con la misión y los que sienten las repercusiones están por encima del “premio”, crecen recelos y desconfianzas, escarba en dilemas el magnicidio puede provocar, el idealismo romántico del sacrificio por una causa mayor frente a la bomba de relojería puede producir. Tampoco a los personajes se les da algo de fondo, delineados en trazos gruesos, no hay dudas solo determinación, su binomio protagónico juega a algún nimio contraste al hacernos ver que uno (Jan) se ilusiona con el después, haciendo planes sentimentales de futuro, y el otro (Jozef) es un pragmático siente solo que su horizonte es su misión, el resto no existe, su sacrificio lo siente total, sin espacio para vida propia, pero esto se siente un tanto plano, impostado.
Y es que la cinta va de muy monocorde y ordinaria a un incisivo tramo que empieza con el atentado, filmado cámara en mano para infundir realismo, narrado con buen pulso y vigor (cámara en mano), con ultraexpresivos primeros planos que extraen la tensión asfixiante del momento en una reconstrucción fiel a los hechos, ganando en ritmo al desencadenarse las consecuencias vengativas nazis, dando paso al miedo latente en la población, y sobre todo en los que algo saben, esto se escenifica con el tsunami de suicidios por cianuro, vemos el salvajismo de las torturas nazis a los sospechosos, hasta desembocar en el asedio a la catedral (seis horas), con un brutal intercambio de balaceras, explosiones, y muertes, rodado esto con gran pulso y vigor, hasta desembocar en el clímax final con delirios elegiacos (spoiler).
Se echa en falta que el foco hubiera estado de algún modo en el otro lado, en los nazis, que hubiera tenido peso Heydrich y no hubiera quedado en un cliché fuera de campo, que hubiéramos visto los días que posteriores al atentado y que pasó el jerarca alemán en el hospital, el haber asistido a como llevaban a cabo la investigación (vengativa) contra la población civil, de este modo no se habrían sentido meras figuras caricaturizadas en su maldad, haciendo esto que pierda fuerza y originalidad la propuesta. Achacable es que apenas vemos dimensión de los estragos que produjo en la población la vendetta nazi, algo que se menciona, pero siempre está fuera de campo, se pasa de puntillas sobre esto, mermando con ello en retrato amplio de los hechos y sus consecuencias, reduciéndolo a los “siete”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Cillian Murphy aporta esa vena de atormentado y de intensidad que sabe infundir mundo interior, con una mirada cargada de profundidad, lástima de su papel sin matices. Jamie Dornan dota de simpatía a su rol, pero adolece de dar relieve que lo saque de los superficial. Toby Jones demuestra en pocas escenas lo gran actor que es. Resto de secundarios no pasan el corte.
Puesta en escena un tanto plana, aceptable diseño de producción de Morgan Kennedy (“Cashback”), filmada como he mencionado arriba en los lugares reales de los hechos, excepto la catedral ortodoxa, rodado rodó en plató de estudio, pero todo se nota un tanto intimista, con pocos personajes, con parquedad de medios evidente, aunque la fotografía del propio realizador Sean Ellis proyecta bonitas postales de tomas generales del Castillo de Praga o el Puente de Carlos en Praga, con patinados ocres, jugando la luz tenue, las sombras, y sabiendo mover en los momentos de acción cámara en mano. El score corre a cargo de Robin Foster (“Metro Manila”), es rutinario y sin fuste alguno.
Spoiler:
Delirios elegiacos con su final me refiero a como Jan Kubiš observa la luz celestial (alegoría de la entrada en el Olimpo de los Héroes) que entra por la ventana de la cripta segundos antes de morir.
Se puede ver con el enfoque de un dilema moral, sobre que estas dispuesto a sacrificar por un objetivo crucial, se suponía y se sabía que matar a Heydrich tendría alto coste para la población, los nazis de salvajismo vengativo iban sobrados, y es que tras la muerte del jerarca rubio el ejército alemán ejecutó a más de 5000 ciudadanos checos y exterminaron a un pueblo entero (Lidice). Cabe preguntarse a la larga si tuvo repercusión en la contienda a favor de terminar la guerra, la realidad es que tras el atentado letal la Guerra duró tres años más (la ocupación nazi finalizó el 9 de mayo de 1945), y para colmo tras finalizar esta Checoslovaquia fue sumida en otra dictadura, la comunista satelizada por la URSS, y este negro manto duró varias décadas, hasta 1990. Es relevante que Praga durante la ocupación nazi vivía en relativa normalidad y tranquilidad (la natalidad se incrementó notablemente), había estabilidad económica, pero el asesinato de Heydrich derivó en el ensañamiento nazi contra la población checa, radicalizó a la Resistencia, hasta ese momento controlada por el gobierno checo en el exilio. Esto hizo los comunistas se hicieran con el control de dicha Resistencia, a la larga hizo los checoslovacos terminaran siendo satélite soviético. Churchill reconoció años después del final de la guerra, que la operación "Anthropoid" acabó siendo un error estratégico.
En Septiembre de 1938 se efectuó una conferencia en Múnich entre Adolf Hitler y los líderes aliados de Francia, Italia y Gran Bretaña en la se decidió ceder el control de Checoslovaquia con el fin de impedir una guerra europea. De esta manera Checoslovaquia es obligada a rendir su ejército y los alemanes ocupan el país sin emplear ningún disparo. Un año más tarde, el esfuerzo de aquella reunión se frustró debido a la invasión de Polonia por Hitler, dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial. En esta guerra las fábricas checas son de vital importancia pero la producción se ve obstaculizada por la fervorosa resistencia existente en todo el país. Hitler intentó reprimir esta resistencia enviando a Praga a su tercer mando, Reinhard Heydrich, apodado “El Carnicero de Praga” y uno de los arquitectos de la “Solución Final” de Hitler para exterminar a los judíos, para vencer al país en sumisión. Ante lasituación el gobierno de Checoslovaquia exiliado en Londres planeó un ataque para la resistencia llamado Operación Anthropoid (por la crueldad de Heydrich, al que se conoció como “El carnicero de Praga”, “El Verdugo” y “La Bestia Rubia”) para conseguir fortalecer el espíritu nacional, eliminar a Heydrich.
Didáctico film, pero carente de llegar a emocionarte, lo sigues con interés, pero no te toca la fibra. Fuerza y honor!!!
Puesta en escena un tanto plana, aceptable diseño de producción de Morgan Kennedy (“Cashback”), filmada como he mencionado arriba en los lugares reales de los hechos, excepto la catedral ortodoxa, rodado rodó en plató de estudio, pero todo se nota un tanto intimista, con pocos personajes, con parquedad de medios evidente, aunque la fotografía del propio realizador Sean Ellis proyecta bonitas postales de tomas generales del Castillo de Praga o el Puente de Carlos en Praga, con patinados ocres, jugando la luz tenue, las sombras, y sabiendo mover en los momentos de acción cámara en mano. El score corre a cargo de Robin Foster (“Metro Manila”), es rutinario y sin fuste alguno.
Spoiler:
Delirios elegiacos con su final me refiero a como Jan Kubiš observa la luz celestial (alegoría de la entrada en el Olimpo de los Héroes) que entra por la ventana de la cripta segundos antes de morir.
Se puede ver con el enfoque de un dilema moral, sobre que estas dispuesto a sacrificar por un objetivo crucial, se suponía y se sabía que matar a Heydrich tendría alto coste para la población, los nazis de salvajismo vengativo iban sobrados, y es que tras la muerte del jerarca rubio el ejército alemán ejecutó a más de 5000 ciudadanos checos y exterminaron a un pueblo entero (Lidice). Cabe preguntarse a la larga si tuvo repercusión en la contienda a favor de terminar la guerra, la realidad es que tras el atentado letal la Guerra duró tres años más (la ocupación nazi finalizó el 9 de mayo de 1945), y para colmo tras finalizar esta Checoslovaquia fue sumida en otra dictadura, la comunista satelizada por la URSS, y este negro manto duró varias décadas, hasta 1990. Es relevante que Praga durante la ocupación nazi vivía en relativa normalidad y tranquilidad (la natalidad se incrementó notablemente), había estabilidad económica, pero el asesinato de Heydrich derivó en el ensañamiento nazi contra la población checa, radicalizó a la Resistencia, hasta ese momento controlada por el gobierno checo en el exilio. Esto hizo los comunistas se hicieran con el control de dicha Resistencia, a la larga hizo los checoslovacos terminaran siendo satélite soviético. Churchill reconoció años después del final de la guerra, que la operación "Anthropoid" acabó siendo un error estratégico.
En Septiembre de 1938 se efectuó una conferencia en Múnich entre Adolf Hitler y los líderes aliados de Francia, Italia y Gran Bretaña en la se decidió ceder el control de Checoslovaquia con el fin de impedir una guerra europea. De esta manera Checoslovaquia es obligada a rendir su ejército y los alemanes ocupan el país sin emplear ningún disparo. Un año más tarde, el esfuerzo de aquella reunión se frustró debido a la invasión de Polonia por Hitler, dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial. En esta guerra las fábricas checas son de vital importancia pero la producción se ve obstaculizada por la fervorosa resistencia existente en todo el país. Hitler intentó reprimir esta resistencia enviando a Praga a su tercer mando, Reinhard Heydrich, apodado “El Carnicero de Praga” y uno de los arquitectos de la “Solución Final” de Hitler para exterminar a los judíos, para vencer al país en sumisión. Ante lasituación el gobierno de Checoslovaquia exiliado en Londres planeó un ataque para la resistencia llamado Operación Anthropoid (por la crueldad de Heydrich, al que se conoció como “El carnicero de Praga”, “El Verdugo” y “La Bestia Rubia”) para conseguir fortalecer el espíritu nacional, eliminar a Heydrich.
Didáctico film, pero carente de llegar a emocionarte, lo sigues con interés, pero no te toca la fibra. Fuerza y honor!!!