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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Fantástico. Aventuras. Acción Las fuerzas de Saruman han sido destruidas, y su fortaleza sitiada. Ha llegado el momento de decidir el destino de la Tierra Media, y, por primera vez, parece que hay una pequeña esperanza. El interés del señor oscuro Sauron se centra ahora en Gondor, el último reducto de los hombres, cuyo trono será reclamado por Aragorn. Sauron se dispone a lanzar un ataque decisivo contra Gondor. Mientras tanto, Frodo y Sam continuan su camino hacia ... [+]
1 de enero de 2019
7 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
166/04(08/12/18) Fallida tercera y última entrega de las aventuras de la Comunidad del Anillo (tras la del 2001 y 2002), poniendo colofón a la trilogía creada por el megalómano Peter Jackson sobre la obra literaria de JRR Tolkien. Épica fantástica de aventuras de espada y brujería, segundo film en recaudar 1.000 millones de dólares en todo el mundo (1.120 millones de dólares), convirtiéndose en la película de mayor recaudación lanzada por New Line Cinema, así como el mayor éxito financiero para Time Warner en general en ese momento. Fue la película de mayor recaudación de 2003 y, al final de su carrera teatral, la segunda película de mayor recaudación de la historia. A partir de agosto de 2018, es la película número 21 con mayor recaudación de todos los tiempos. Lo cual me hace pensar que voy contracorriente contra este film que para mi gusto agotó la capacidad de sorprender en la primera parte, resto ha sido incidir de modo cansino en remarcar y subrayar lo ya mostrado, esto desarrollado con un relato tedioso, letárgico, con situaciones que no aguantan el menor análisis, rebosante de un infantilismo que raya en lo parvulario, con un exceso de solemnidad que aburre (cada gesto busca ser esculpido en mármol con slows, zooms, frases de pretendido lapidarias, música intrusiva omnipresentes), batallas de una intensidad nula, personajes que en esta entrega son clichés con patas, más planos que una mesa, que ganara a “Mystic River” en los Oscar causa sonrojo (siendo benévolo), y es que esta cinta se siente como esa visita que no termina de irse y se queda en el rellano alargando y una noche insufrible, pues no se han dado cuenta que estas deseando se vayan, como un partido de futbol que va cinco a cero y los jugadores se pasan el balón esperando el árbitro decrete el final, como un agónico epilogo, que encima viene acompañado de un alargadísimo y empalagos epílogo, haciéndome un metraje plomizo. En los 76º Premios de la Academia, ganó los 11 Oscars por los cuales fue nominado, por lo tanto, tiene el récord de mayor barrido de los Oscar (record junto a “Ben-Hur” y “Titanic”), galardones incluyeron los premios a Mejor Película, la primera vez que una de fantasía lo hizo; también fue la segunda secuela en ganar los Oscar a Mejor Película y Mejor Director (después de The Godfather Part II). La película ha sido reeditada tres veces: en 2011, 2017 y 2018. El gran éxito derivó en una nueva trilogía tolkieniana precuela de la del anillo, la del Hobbit (2012, 2013, 2014), también dirigidas por el neozelandés Peter Jackson, al igual que las primigenias rodadas simultáneamente.
Lo mejor, como en la de “Las Dos Torres” es el Gollum, con ese prólogo muy bien delineando de cómo pasó de ser el hobbit Smeagol al demacrado Gollum, un ser complejo y de ambigüedad moral revertida por su tormento interior obsesivo por el anillo, sus paranoias y esquizofrenias. Resto es un batiburrillo de ideas esbozadas sin ton ni son, como el conflicto entre un Rey de Gondor (John Noble) con su hijo Faramir (David Weham), o el modo ramplón en que Frodo va cayendo preso de la maldad del anillo, la amazona Roham (Miranda Otto) y su amor platónico por Aragorn (Viggo Mortensen), el amor de este por la elfa Arwen (Liv Tyler), todo queda esquemático y sin profundidad alguna en su plúmbeo tratamiento, con más ínfulas pretenciosas que de darnos algo verdaderamente emocionante. Los momentos épicos se sienten forzados y muy artificiosos, ejemplo es esa batalla en que los malos van ganando por mucho con la entrada de esos mega-elefantes, pero oh sorpresa! Nos sacamos de la manga unos fantasmas guerreros y ya está resuelto; Que hay una batalla contra el cuartel general de los malos malísimos? Pues nos sacamos de la otra manga un cataclismo que solo mata a los malísimos, y más recursos simplones propios de mentes de primaria.

Volvemos a tener un ejército de orcos inútiles, sin referente alguno que tenga alma por lo que podamos sentir un duelo que nos remueva, son un ente uniforme de bestias, eso sí quedarían segundos en un campeonato de incompetentes, carne cuasi en descomposición que al menor choque con los buenos se implosionan; Volvemos a tener esa relación homo-erótica de tensión sexual no resuelta entre Sam y Frodo, al primero solo le falta meterle la lengua hasta la tráquea al segundo para que quede todo aún más claro; No hay un villano que no provoca sensación alguno, ese Ojo de Sauron me queda una presencia etérea fría y sin temor alguno, añádanse unos secuaces a la altura de los de “Mortadelo y Filemón”; Hay un excesivo uso de planos aéreos digitales que cantan y desnaturalizan; Hay una arbitrariedad en la fantasía y en la aparición de nuevos seres que da grima, ejemplo son esa especie de águilas mastodónticas, una de ellas manejada por Gandalf, entonces me pregunto porque no montó a Frodo en una de ellas y lo llevó a Mordor a destruir el anillo de forma más rápida, sin tener que pasar por ese calvario?; Que Sam, un hobbit granjero pueda enfrentarse a una araña gigante u a orcos y salga victorioso me queda cuando menos grimante (siendo benévolo); Dos personajes que en la primera entrega apuntaban mucho, el elfo Legolas y el enano Gimli, quedan reducidos como en “Las Dos Torres”, a meros guerreros indestructibles (lo de la escena surfera de Legolas acabando con el enorme elefante en unos CGI cantarines, resulta digno de súper-héroes de comic).

La ciudad de Minas Tirith fue construida a partir de partes del conjunto de Helm's Deep, mientras que las tomas anchas eran de miniaturas. La Tierra Media, tal como la imaginó Jackson, fue diseñada principalmente por Alan Lee y John Howe, ex ilustradores de Tolkien, y creada por Weta Workshop, quien manejó todas las armas, armaduras, miniaturas, prótesis y criaturas de la trilogía, así como el Departamento de Arte que construyó los conjuntos. Richard Taylor dirigió Weta, mientras que Grant Major y Dan Hennah organizaron la planificación y la construcción, respectivamente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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