Media votos
6.5
Votos
5,717
Críticas
5,217
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
8
8.1
11,271
Cine negro
Después de asaltar un tren que transportaba 300.000 dólares y asesinar a los maquinistas, Cody Jarret y su banda huyen con el dinero, pero son perseguidos por agentes federales que sospechan que Cody es el autor del robo. Una vez preparada una coartada perfecta, Cody se entrega a la policía y es condenado sólo a dos años de prisión; sin embargo, los agentes del Tesoro, convencidos de que fue el cerebro del asalto, le tienden una trampa. (FILMAFFINITY) [+]
13 de septiembre de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
146/03(05/09/19) Notable realización de Raoul Walsh, una muy ágil y atractiva muestra de cine negro, escrito por Ivan Goff y Ben Roberts, basado en una historia de Virginia Kellogg, hecho a mayor gloria de su homérico protagonista James Cagney en estado de gracia, que para revitalizar su carrera tuvo que volver al género (y a la Warner) que lo aupó a la cima (¿?), el género de gangsters, tras siete años de ausencia para evitar su identificación como actor con este tipo de personajes. En este caso Cagney hace una mezcla de todos estos roles encarnados por él y los atomiza en una actuación apoteósica de fuerza y carisma desbordante, teniendo un elemento patológico en su complejo de Edipo (merced a una arrolladora Ma embestida por Margaret Wycherly) que lo hacen tridimensional y humano, todo coronado con un final Icono del Séptimo Arte (spoiler). dando vida a Arthur 'Cody' Jarrett estuvo inspirada por el joven asesino de 19 años de la ciudad de NY, Francis Crowley, quien tuvo una sonada refriega con la policía durante la primavera de 1931 y que fuera ejecutado un año después al grito de: "...enviad mi amor a mi madre". Una mezcla fluida y trepidante de cine noir, con todos sus elementos de atracos, amoralidad, corrupción moral, traiciones, femme fatale (maravillosa Virginia Mayo), tiroteos, sumado al cine carcelario fundido orgánicamente bien. Esta cinta es una de las pioneras en el sub-género de infiltrados (topos), a las que pertenecen obras como como "Donnie Brasco", “Point Break”. “El clan de los irlandeses” o “Infiltrados”, presenta a un policía encubierto (aquí un correcto Edmond O'Brien) cuya especialidad es convertirse en amigo de criminal para incriminarlo a él y su banda. Presentándonos un mundo de tipos duros, profesionales en lo suyo, tanto los ladrones como la policía. El tiempo la ha arrugado un poquitín, y es que el hándicap del nefasto Código Hays se nota demasiado, sobre todo en la subtrama cargante, tanto que parece otra película paralela en que tengamos que tragarnos la última generación de dispositivos del FBI para perseguir delincuentes, un excesivo carrusel de información hastiante que solo parece estar hay como aviso a navegantes (OJO! Si eres malo el FBI te pillará! Tenemos la mejor tecnología), además el personaje del infiltrado no termina de resultarme matizado. Tuvo la nominación al Oscar a Mejor Historia. En 2003, se agregó al National Film Registry como "cultural, histórica o estéticamente significativa" por la Biblioteca del Congreso USA.
Walsh centra su potencia en exponer a su protagonista como un clásico Big Than Life, Cody Jarrett es el sol de la película, todos los demás roles circulan a su alrededor, son dependientes de lo que él haga. Es un ladrón sin escrúpulos que no duda en eliminar a aquel que considere un estorbo para sus avariciosos objetivos, ya marcado esto desde el inicio cuando por decir su nombre acaba con unos tipos, es vengativo, violento, sociópata, pero a la vez es ultra dependiente de su madre, que le acompaña en su odisea criminal, es en la única persona que confía, su Ma es su debilidad, además sufre ataques de dolor de cabeza fuertes que lo colapsan ante la presión, todo esto lo hace con aristas, con dimensión humana en sus defectos, haciendo que un psicópata nos caiga bien, un espíritu libre, con sus propios códigos, siempre en escape constante. Todo esto James Cagney lo encarna cual volcán en perpetua erupción, mostrando una turbadora mezcla de fuerza abrasiva y vulnerabilidad psicológica, poseedor de una expresividad arrolladora, con una vis cínica fascinante, capaz de acabar con un tipo mientras come un muslo de pollo, aterrador, intimidante, paranoico, con una sonrisa inquietante, teniendo una extraordinaria química con Margaret Wycherly, y una mordaz compenetración con Virginia Mayo.
Cinta con un ritmo endiablado, siempre va hacia adelante, no hay tiempos muertos, donde la violencia siempre está latente, explotando de vez en cuando, con diálogos afilados, con personajes muy bien perfilados, con dosis de humor inteligente, con giros ingeniosos, ejemplo aquel en el que Cody planea entregarse a la policía para auto inculparse, pero no todo es tan simple (no quiero spoilear). Pasando un tramo en el sub género carcelario, donde en pocos minutos se condensan todos los elementos propios, topos, intentos de asesinatos, peleas, modos singulares de pasar información, y por supuesto huidas. Para una vez en el exterior retomar la senda criminal.
La película expone la profesionalidad cuasi-monacal de los dos bandos poli-ladrones, los dos grupos son gente fría que no duda un momento en pisar al que sea para alcanzar sus objetivos, tanto unos como otros matan sin compasión, aquí no hay dilemas morales, o reflexiones sobre la violencia. Todo esto repercute en la clásica batalla del Bien vs mal, donde el Bien van todos a una, y el Mal tiene sus divisiones, esto le resta trascendencia y profundidad.
Tiene algunos defectos ya mencionados, como lo confuso que es el tramo en que Cody ordena a uno de sus esbirros, Giovanni “Cotton” Valletti (Wally Cassell), que asesine a Zuckie Hommell (Ford Rainey), otro de sus cómplices con quemaduras graves para notirar de él, esto no es coherente, lo hubiera hecho Cody y no delegado en otro, y menos en un amigo de la probable víctima. Además luego nos dicen que el quemado ha sido encontrado muerto en el bosque, es como si el montaje se hubiera llevado parte de esta información; Tampoco es verosímil que Cody deje la banda en manos de su madre, no es congruente, por no hablar de cómo se saltan lo que le ocurre a la madre, aportando aún más confusión; Tampoco entiendo como Big Ed y Verna huyen y Cody los encuentra como si nada;…
Walsh centra su potencia en exponer a su protagonista como un clásico Big Than Life, Cody Jarrett es el sol de la película, todos los demás roles circulan a su alrededor, son dependientes de lo que él haga. Es un ladrón sin escrúpulos que no duda en eliminar a aquel que considere un estorbo para sus avariciosos objetivos, ya marcado esto desde el inicio cuando por decir su nombre acaba con unos tipos, es vengativo, violento, sociópata, pero a la vez es ultra dependiente de su madre, que le acompaña en su odisea criminal, es en la única persona que confía, su Ma es su debilidad, además sufre ataques de dolor de cabeza fuertes que lo colapsan ante la presión, todo esto lo hace con aristas, con dimensión humana en sus defectos, haciendo que un psicópata nos caiga bien, un espíritu libre, con sus propios códigos, siempre en escape constante. Todo esto James Cagney lo encarna cual volcán en perpetua erupción, mostrando una turbadora mezcla de fuerza abrasiva y vulnerabilidad psicológica, poseedor de una expresividad arrolladora, con una vis cínica fascinante, capaz de acabar con un tipo mientras come un muslo de pollo, aterrador, intimidante, paranoico, con una sonrisa inquietante, teniendo una extraordinaria química con Margaret Wycherly, y una mordaz compenetración con Virginia Mayo.
Cinta con un ritmo endiablado, siempre va hacia adelante, no hay tiempos muertos, donde la violencia siempre está latente, explotando de vez en cuando, con diálogos afilados, con personajes muy bien perfilados, con dosis de humor inteligente, con giros ingeniosos, ejemplo aquel en el que Cody planea entregarse a la policía para auto inculparse, pero no todo es tan simple (no quiero spoilear). Pasando un tramo en el sub género carcelario, donde en pocos minutos se condensan todos los elementos propios, topos, intentos de asesinatos, peleas, modos singulares de pasar información, y por supuesto huidas. Para una vez en el exterior retomar la senda criminal.
La película expone la profesionalidad cuasi-monacal de los dos bandos poli-ladrones, los dos grupos son gente fría que no duda un momento en pisar al que sea para alcanzar sus objetivos, tanto unos como otros matan sin compasión, aquí no hay dilemas morales, o reflexiones sobre la violencia. Todo esto repercute en la clásica batalla del Bien vs mal, donde el Bien van todos a una, y el Mal tiene sus divisiones, esto le resta trascendencia y profundidad.
Tiene algunos defectos ya mencionados, como lo confuso que es el tramo en que Cody ordena a uno de sus esbirros, Giovanni “Cotton” Valletti (Wally Cassell), que asesine a Zuckie Hommell (Ford Rainey), otro de sus cómplices con quemaduras graves para notirar de él, esto no es coherente, lo hubiera hecho Cody y no delegado en otro, y menos en un amigo de la probable víctima. Además luego nos dicen que el quemado ha sido encontrado muerto en el bosque, es como si el montaje se hubiera llevado parte de esta información; Tampoco es verosímil que Cody deje la banda en manos de su madre, no es congruente, por no hablar de cómo se saltan lo que le ocurre a la madre, aportando aún más confusión; Tampoco entiendo como Big Ed y Verna huyen y Cody los encuentra como si nada;…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... Hay más, y es que el personaje del topo Hank Fallon se nos muestra demasiado frío, un mero robot sin fondo, nada sabemos de su pasado, y al final nos daremos cuenta que su gelidez es total en la forma en que se enfrenta a Cody sin resquicio de sentimiento, esto resta, al no haber conexión emocional entre ambos. Edmund O´Brien lo encarna de modo correcto sin más; Hay alguno más (spoiler).
Margaret Wycherly es arrolladora como Ma (recordada también la actriz por otro rol de madre coraje en “El sargento York”), derrocha carisma, fuerera, energía, y una química apabullante con Cagney, sobre en la escena en que a Cody acaba de darle un ataque de pánico estando con su banda, y la Ma lo lleva a otra habitación a solas para que se recupere, donde incluso coge a su hijo en su regazo. Aunque se pierde en una subtrama poco creíble (spoiler); Virginia Mayo está excelente como Verna, la femme fatale de Cody, aunque a la sombra de su Ma, tanto que nunca se le ve sufrir a al protagonista por ella, la ve como algo suyo, sin más, ella es sexy, picarona, dulce, hedonista, de carácter infantil, desborda encanto. Aunque me cuesta verla en el modo que la exponen en elipsis (spoiler).
La puesta en escena es notable en su condición de transmitir un estado de ánimo. Con una estupenda dirección artística de Edward Carrere (“Camelot” o “Grupo Salvaje”), rodando en varios lugares en el sur de California; primero yendo a las montañas de Santa Susana (cerca de su casa) para filmar "escenas de persecución". Luego se trasladó a un viejo túnel del Pacífico Sur cerca de Chatsworth para organizar las escenas iniciales del robo. Las escenas urbanas de la calle junto con el "Milbank Hotel" fueron filmadas dentro y alrededor de Van Nuys. Las "secuencias del refugio escondido" filmadas en el rancho Warner, las escenas interiores en el estudio y la escena del clímax en una refinería de petróleo cerca de Torrance, al sur de Los Ángeles en la calle 198 y Figueroa. Las escenas del autocine se filmaron en el ahora demolido Drive-In de San Val en Burbank. La escena del comedor de la prisión fue filmada en menos de tres horas e involucró 600 extras; Esto enaltecido por la magnífica cinematografía en glorioso b/n de Sidney Hickox (“Sueño eterno” o “Tener y no tener”), con sensacional contraste de grises, jugando con las sombras, atomizando los brillos para proyectar impresiones, con gusto por el detalle de ruedas (las de la locomotora, las del auto de Ma,…), con travellings, con dramáticas panorámicas (las del tren en medio del desierto, las del comedor de la prisión, o las de la central química); La música es del maestro vienés Max Steiner (“Lo que el viento se llevó” o “Casablanca”), con toques enfáticos, amoldándose a la acción de modo grácil.
Spoiler:
Me cuesta creer que Ma es la “regenta” de la banda criminal en ausencia de Cody, me chirría, tanto como que Cody la ponga en ese peligro, esto me resulta forzado, quien se puede creer que esta anciana controle a estos tipos duros. Tanto como me resulta poco verosímil que Verna asesine a Ma por la espalda, no se la con ramalazo alguno de violencia, más bien alma juvenil risueño; Como no es coherente que Cody no mate al agente que da con él, le dispara en el brazo, pero lo deja vivo como testigo, no tiene sentido con el modo de pensar del protagonista, pues ya lo hemos visto matar a dos pobres maquinistas por que han odio su nombre.
Cody, sobre una depósito de combustible a punto de estallar hace uno de los gritos de las más famosas de la historia, el final a toda orquesta en el que exclama "Lo hice Má, la cima del mundo!", aúna locura y espíritu de libertad individual, vive como quieras y muere como desees.
Me queda una estupenda propuesta de cine gansteril, con una actuación de james Cagney Top Of The World. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/09/al-rojo-vivo.html
Margaret Wycherly es arrolladora como Ma (recordada también la actriz por otro rol de madre coraje en “El sargento York”), derrocha carisma, fuerera, energía, y una química apabullante con Cagney, sobre en la escena en que a Cody acaba de darle un ataque de pánico estando con su banda, y la Ma lo lleva a otra habitación a solas para que se recupere, donde incluso coge a su hijo en su regazo. Aunque se pierde en una subtrama poco creíble (spoiler); Virginia Mayo está excelente como Verna, la femme fatale de Cody, aunque a la sombra de su Ma, tanto que nunca se le ve sufrir a al protagonista por ella, la ve como algo suyo, sin más, ella es sexy, picarona, dulce, hedonista, de carácter infantil, desborda encanto. Aunque me cuesta verla en el modo que la exponen en elipsis (spoiler).
La puesta en escena es notable en su condición de transmitir un estado de ánimo. Con una estupenda dirección artística de Edward Carrere (“Camelot” o “Grupo Salvaje”), rodando en varios lugares en el sur de California; primero yendo a las montañas de Santa Susana (cerca de su casa) para filmar "escenas de persecución". Luego se trasladó a un viejo túnel del Pacífico Sur cerca de Chatsworth para organizar las escenas iniciales del robo. Las escenas urbanas de la calle junto con el "Milbank Hotel" fueron filmadas dentro y alrededor de Van Nuys. Las "secuencias del refugio escondido" filmadas en el rancho Warner, las escenas interiores en el estudio y la escena del clímax en una refinería de petróleo cerca de Torrance, al sur de Los Ángeles en la calle 198 y Figueroa. Las escenas del autocine se filmaron en el ahora demolido Drive-In de San Val en Burbank. La escena del comedor de la prisión fue filmada en menos de tres horas e involucró 600 extras; Esto enaltecido por la magnífica cinematografía en glorioso b/n de Sidney Hickox (“Sueño eterno” o “Tener y no tener”), con sensacional contraste de grises, jugando con las sombras, atomizando los brillos para proyectar impresiones, con gusto por el detalle de ruedas (las de la locomotora, las del auto de Ma,…), con travellings, con dramáticas panorámicas (las del tren en medio del desierto, las del comedor de la prisión, o las de la central química); La música es del maestro vienés Max Steiner (“Lo que el viento se llevó” o “Casablanca”), con toques enfáticos, amoldándose a la acción de modo grácil.
Spoiler:
Me cuesta creer que Ma es la “regenta” de la banda criminal en ausencia de Cody, me chirría, tanto como que Cody la ponga en ese peligro, esto me resulta forzado, quien se puede creer que esta anciana controle a estos tipos duros. Tanto como me resulta poco verosímil que Verna asesine a Ma por la espalda, no se la con ramalazo alguno de violencia, más bien alma juvenil risueño; Como no es coherente que Cody no mate al agente que da con él, le dispara en el brazo, pero lo deja vivo como testigo, no tiene sentido con el modo de pensar del protagonista, pues ya lo hemos visto matar a dos pobres maquinistas por que han odio su nombre.
Cody, sobre una depósito de combustible a punto de estallar hace uno de los gritos de las más famosas de la historia, el final a toda orquesta en el que exclama "Lo hice Má, la cima del mundo!", aúna locura y espíritu de libertad individual, vive como quieras y muere como desees.
Me queda una estupenda propuesta de cine gansteril, con una actuación de james Cagney Top Of The World. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/09/al-rojo-vivo.html