Ópera prima de Javier Fesser, con lo que el beneficio de la duda hace subir estrellitas, + lo bien que cae Luis Ciges y los enanitos hizo de esta peliculilla un boom en el 98, por lo que fui al cine a visionarla. Salí asqueado, y sentí lo mismo que cuando echaban "médico de familia" en la T.V. o sea , una sensación de verguenza ajena atroz.
Para justificar esta mediocridad apelan al término surrealismo. O sea Buñuel y Dalí reencarnados en el hombre que se pilla el dedo 6 veces en el tunel de alienígenas, parodiando a E.T.
El tiempo pone a cada cual en su sitio y la segunda película de Fresser fue Mortadelo y Filemón,.... vamos un clásico.
Más Cuerda y Berlanga para ver comedias -surrrealistas o no- en este pais, por el amor de Dios.