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Voto de Niccólito:
10
7.0
18,517
Bélico. Drama. Thriller
En plena Segunda Guerra Mundial, tras la ejecución de su familia, una joven judía se une a los grupos de la Resistencia que luchan contra la ocupación de Holanda por parte de las tropas alemanas. Su misión será infiltrarse en el Cuartel General Nazi para seducir a un alto oficial alemán a fin de obtener información que permita liberar a un grupo de combatientes que han sido capturados. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2007
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil definir con palabras que es el cine que llamamos clásico, que razones nos llevan a elevar a ciertas películas al olimpo de las obras intemporales, aquellas que mucho tiempo después de que, quienes las hemos vivido y admirado en el momento de su nacimiento, ya no estemos, serán descubiertas y reinventadas por los nuevos ojos que traiga el mañana, mientras viva el tiempo. Tal vez sea la suma de sus partes, la calidad de sus intérpretes, entregados a la historia que quieren contarnos más allá de las nueve o diez cifras que embolsen en sus cuentas, de la narración de su director, cuentacuentos comprometido que debe a veces renunciar a su vanidad en favor de lo que más importa, aquello que se nos cuenta, de la plasticidad en la trastienda, que llega a nosotros imperceptible, a través del lenguaje de la luz y las sombras, escrito con mano firme por los pintores de la imagen, a menudo ocultos para el gran público, pero sin cuya labor la flor moriría estéril y gris, vacía de todo color. También recordamos en nuestra emoción las palabras de la música, que unidas con sus hermanas (luz, color, encuadre y diálogo) terminan de componer el sueño para que nosotros podamos creer en lo que vemos. Pero más allá de todo esto, me gustaría pensar en la existencia del lo imprevisible, que surge del trabajo realizado por todos estos sabios pero que les es esquivo y escapa a su control y ese azar no es otro que el corazón del espectador, verdadera clave de todo arte (entendiendo arte como la conversación, con o sin palabras, de las emociones entre el que contempla y quién creó) y de quién depende esa emoción que hace que una obra se convierta en clásica. El libro negro de Paul Verhoven lo es. Densa exploración de la tristeza de la condición humana, abarcando uno de los períodos más negros de toda nuestra historia (en un marco histórico valiente y poco conocida para el espectador medio, el final de la guerra y sus repercusiones entre quienes lucharon en ella en ambos bandos) y también en una necesaria llamada al recuerdo del papel clave de las mujeres en la guerra, a menudo tratadas como elementos decorativos del paisaje de épica masculina, que suele predominar en las representaciones bélicas a lo largo de la historia, como si el sufrimiento y la valentía fueran coto exclusivo del hombre. (Continua en la parte spoiler pero sin revelar la trama de la película)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es, así mismo, una demostración de conciencia política y de libertad artística del, por desgracia frecuentemente, infravalorado cineasta holandés Paul Verhoven, que vuelve a demostrar su condición de maestro de la narración en virtud de una puesta en escena clásica y viva, jamás anquilosada o complaciente en el pasado, a pesar del respeto que se desprende de la belleza de su escritura fílmica, que nos recuerda a aquel cine en vías de recuperación (al menos por numerosos artistas que, cada uno a su manera, intentan devolver al campo narrativo el sentido de la puesta en escena, cineastas como Guillermo del Toro o M. Night Shyalaman por ejemplo) que entendía la labor del director como de compromiso y sumisión en la forma para gloria de la historia, lejos del ruido visual y barroco que pueblan algunas obras de supuesta calidad de este nuevo siglo (300 de Zack Snyder no sería un mal ejemplo). Es también una película de extrema calidad en todos sus apartados artísticos, su fotografía, interpretaciones (espectacular descubrimiento de Carice Van Houten) y banda sonora, rayan la perfección ayudados por un guión más que eficaz, que hacen que nuestro viaje por sus fotogramas, resulten un deleite de los sentidos sin servir nunca de distracción de la dura historia que se nos cuenta. Poseedora así mismo de una de las secuencias más estremecedoras del cine reciente (hacia el final de su metraje), en la que nuestra conciencia se ve taladrada por la realidad que reconocemos en el salvajismo al que podemos llegar, cuando dividimos a las personas entre castas (vencedores y vencidos en la guerra), no queda más que recomendar su visionado inmediato, lamentado que nuestras salas no hayan acogido con mayor entusiasmo a esta joya del cine que ya es parte de su historia.