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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Drama A finales de los 70, Jack Horner, un director de cine porno que considera su trabajo una forma de arte descubre a Eddie Adams, un joven ingenuo que desea triunfar y que tiene unas características físicas muy adecuadas para ese tipo de cine. Eddie cambia su nombre por el de Dirk Diggler, se adapta inmediatamente a nuevo estilo de vida y pronto se convierte en una gran estrella del porno. (FILMAFFINITY)
14 de junio de 2009
50 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
No esperaba que esta película me resultase, no sé, tan...entrañable, pero lo es. Se ve que Anderson está completamente enamorado de lo que rueda, o por lo menos lo finge de puta madre. Ya de entrada, su recreación de unos horteras, chillones y definitivamente seductores años setenta es como un pase privilegiado para viajar un rato en el tiempo y mezclarse como espectadores de primera fila entre los personajes que pululan por "Boogie Nights". Entre ellos y empezando desde abajo, el joven Eddie, un chico de diecisiete años que trabaja de camarero y sueña con ser algo indeterminado pero en definitiva glorioso. Eddie traba relación con Jack y su amante Amber, parejita dedicada a esa profesión que lleva a gala lo de contradecir el dicho de "donde tengas la olla, no metas la...". Da la feliz casualidad de que este joven, además de ser atractivo y muy simpático, está dotado de una manera que podíamos definir como equina siendo delicados y si no lo somos tanto, diríamos claramente que el muchacho tiene un pollón de aquí a Huelva. De aquí a convertirse en una estrella de la industria pornográfica hay dos polvos como quien dice.

Total que no creo que haga falta explicar que esta es otra historia más de ascenso y caída, pero rodada con estilazo y con personajes muy queribles. Anderson nos manipula descaradamente, pintando un panorama de éxito tan idílico que el previsible topetazo por contraste resulta exagerado de tan chungo. No me acabo de tragar que todos los personajes de la industria porno de los 70 fueran tan monos, encantadores y cariñosos y se quisieran tanto y se tratasen tan bien ni que las mafias fueran en el fondo tan inofensivas. Pero bueno, obviando esto. La película es muy entretenida sin ser facilona, lo cual no es tan sencilla de conseguir, combina muy bien los momentos dramáticos con los emotivos y cómicos y muestra momentos de cine soberbios. Cine de 24 kilates o de los 33 centímetros que disponía John Holmes, imagino que inspiración para nuestro Eddie dados los innumerables parecidos con su biografía.

Del reparto encontrareis totalmente irresistible el personaje de John C.Reilly que no sé que tiene que siempre está genial haciendo de lo que sea y el de Rollergirl, que parece haberse colado de otro cuento. Mark Wahlberg está bastante bien, incluso sale algo atractivo, hecho sorprendente que no volvería a repetirse en ninguna de sus películas posteriores.

Eso sí, un recortecillo en la sala de montaje le hubiese venido de perlas a la peli para cargarse esos veinte minutos aproximados de relleno que tiene por ahí y por allá y que no sirven para nada aparte de mostrar lo mucho que se gusta el director rodando. De todos modos, quitando algunos bajones lógicos en una producción de dos horas y pico y actuaciones malísimas como la de Julianne Moore en plan no me lo creo ni yo y Burt Reynolds haciendo de Burt Reynolds, la peli se ve con facilidad y buen rollo. De esas que suelen caerle bien a todo el mundo. Recomendable.
Neathara
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