Es una película curiosa ya que, además de ser una tierna comedia romántica (lo digo así porque tiene su miga), a la par que gamberra, está basada en la propia experiencia real al 95% del director dentro de una anécdota familiar que el vivió. Esta anécdota fue que el padre del mismo director se casaba en Méjico con una chica mejicana menor a él (pero con mayoría de edad, todo hay que decirlo) y, al director le pareció tal locura que dijo «Aquí veo una película».

Total: «La novia de América» es el resultado de reflejar toda esa experiencia. Y le ha quedado una comedia redonda que, aunque sea un pelín bestia, está llena de ternura porque cada uno de los personajes es un mundo y tiene una visión tan distinta de la misma situación que nos ayuda a ver una película en contra de los prejuicios de la gente.

Como factor importante hay que destacar el papel fundamental que tiene la canción «Vámonos» compuesta y cantada originalmente por José Alfredo Jiménez. Nos ayudará un poco a unir todas esas visiones de los personajes y hacerles comnprender que antes de prejuiciar hay que conocer a fondo hasta llegar al corazón. Como dirían en «La bella y la bestia»: «antes de juzgar, tienes que llegar hasta el corazón».

No os cuento más de ella, creo que la tenéis que ver porque vais a pasar un rato muy divertido y sobre todo reflexivo. Quizás, esta comedia sea un nuevo tipo de comedia que lleve la reflexión al público. Además, pienso que es muy necesario tanto el tipo de comedia como la reflexión ya que es una cosa que este género, en nuestro país, se está perdiendo.