Esta película no tiene una historia detrás, eso lo primero. Simplemente desea contar cómo es un fin de semana para unos veinteañeros de Cardiff que aman la música, la fiesta y las drogas. Inspirada al 100% por Trainspotting, no tiene un mensaje sólido y profundo sobre la vida como ésta, sino que se dedica a contar bajo otro punto de vista las historias que ocurren desde el viernes hasta el domingo por la tarde. Pasé un rato entretenido y la vi con mucha facilidad, y además tiene algunos puntos surrealistas e hilarantes que hacen gracia. Trivializa el consumo de drogas y no las condena en absoluto sino todo lo contrario.