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España España · valencia
Voto de el feroz:
4
Aventuras. Drama Siglo I d.C.. El oficial romano Marco Vinicio regresa de la guerra en Asia Menor y visita a su tío Petronio, amigo del emperador Nerón. Vinicio le confiesa que se ha enamorado de una joven misteriosa, Ligia, a quien ha conocido en la casa del general Aulus Plaucius. En una fiesta, Vinicio trata de aprovecharse de Ligia, pero su protector, el gigantesco Ursus, la saca de palacio y la lleva al lugar donde se reúnen los cristianos. Cuando ... [+]
3 de abril de 2021
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Desde tiempo casi inmemorial, cualquier realizador de cine que se precie sabe que hay una sutil pared entre el cine y la literatura, sutil, sí...pero que cuando se sabotea puede llegar a producir consecuencias nefastas. Melvin Leroy lo sabía, y sabía poner en práctica los engranajes necesarios, para, respetando este principio "sine quanun", ofrecer al espectador espectáculo de masas y bellas imágenes y diálogos, algo que lamentablemente no está al alcance de Kawalerowicz.

El cine europeo, responsable de tantas obras maestras, debe de verse, no obstante, al menos en España, con los ojos y la mente del que sabe a lo que se enfrenta. Un cine mucho más introspectivo, con narrativa más directa y abrupta, y menos concesiones al desvío: hasta ahí bien.
Pero el problema es cuando, enfrentado a una adaptación, cuyo rodaje ya obsesionaba al director polaco de mucho tiempo atrás, éste sucumbe a una especie de epifanía nacionalista, que le hace pensar que, todo aquello en el guión pergueñado que no sea Henryk Sienkiewicz en estado puro, puede devenir, a los ojos de un público
polaco, Adorador de las obras "Tótem" de la Patria en herejía imperdonable.

Poseído de "santo temor" y haciendo alarde (ante el Papa) de una escaso conocimiento del oficio, Kawalerowicz se niega categóricamente a empujar un verbo contra un sustantivo, de forma que no esté claramente señalizado en el texto fuente, trayendo a la pantalla una adaptación de tintes demasiado teatrales, con, eso sí, desmedidas (para ser teatro) cajas de escenario.

El previsionado de la película por sus responsables, es en donde probablemente se advirtió de forma definitiva que ni la realización (telefílmica), ni la proliferación de escenarios grandilocuentes (por mucho circo romano que se construyera para el film) salvaban la pobreza expositiva de una fotografía "videotape", ni mucho menos la intrascendencia interpretativa de sus intérpretes (especialmente la del actor que incorpora a Petronio, un personaje que ofrecía infinitas posibilidades, aquí tristemente desaprovechadas, convertido el mismo en una figura plana, sin ese matiz maravillosamente socarrón y personal que supo imprimirle en su día un magistral Leo Genn. Esto, y otras razones fueron las que llevaron Kawalerowicz a estrenar su película ante un arrobado Pontífice, y terminar ahí la trayectoria, ente la imposibilidad de estrenarlo en las salas comerciales. con más abundamiento cuando los efectos de un presupuesto limitado se hacen omnipresentes en la reiteración de los escenarios de exterior. "Uno para toda la película". y la pésima recreación del incendio de Roma, algo así como las Fallas de Valencia en versión cutre, con escenarios de tablas y arpillera en plan trabajo manual de primaria.

Con una pareja protagonista de irreprochable genética, que a pesar de eso, hacen recordar entre suspiros al dúo
Taylor-kerr, poco más se puede decir de una película de vocación televisiva, sin más aportes que sus desmedidas pretensiones (excesivas para un realizador de cortos vuelos) y sus fallidos resultados. Sólo para curiosos del cine europeo ( bien o mal hecho) y celebradores acérrimos de la Semana Santa.
el feroz
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