Un documental bastante prescindible. Lo considero bastante pretencioso. Es una bonita historia para estar en la videoteca familiar y poco más. Que una persona pretenda, quiera y consiga pasar 100 días sólo, dejando a mujer e hijos para encontrarse con la naturaleza en Asturias, pues allá él si con ello llena su alma..., y de paso filma un documental para expresar la belleza de su experiencia y a mayor gloria de su ego..., apoyado con alta tecnología de filmación y varios drones.

Sí que existen planos bonitos, lo único destacable, más allá de la historia personal.

Tampoco es que se vaya como un anacoreta. Tiene su buena cabaña, su pequeño invernadero, sus gallinas, su caballo, su pequeño huerto...Decir que con lo que obtiene de la naturaleza tiene lo bastante para vivir él y su familia no es aplicable a toda la humanidad. Imagínense todos los asturianos con una cabaña, un pequeño invernadero, gallinas y caballos en la montaña, no sería un lugar tan idílico ni viable. Tampoco se trata de demonizar la vida urbana..., que también tiene sus ventajas y evidentes inconvenientes.

No entiendo tantas críticas profesionales positivas a este documental.