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Voto de Ingelheim:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Desde Krypton, un lejano planeta muy avanzado tecnológicamente, un bebé es enviado en una cápsula a través del espacio a la Tierra para que viva entre los humanos. Educado en una granja en Kansas en los valores de sus padres adoptivos, Martha (Diane Lane) y Jonathan Kent (Kevin Costner), el joven Clark Kent (Henry Cavill) comienza desde niño a desarrollar poderes sobrehumanos, y al llegar a la edad adulta llega a la conclusión de que ... [+]
22 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A principios del siglo XXI, el cine de superhéroes pertenecía, casi exclusivamente, al universo Marvel. Spiderman, Blade, X-Men... Desde la nefasta Batman & Robin, DC había quedado relegada a un segundo plano (en casi todos los ámbitos) que la Catwoman de Halle Berry (2004) no ayudó mucho. DC estaba en apuros.

Y llegó Nolan con su infravalorada, en comparación con sus dos continuaciones, Batman Begins. Tres años después El Caballero Oscuro dejó anonadado a medio mundo. ¿Cómo podía ser una película de superhéroes una auténtica obra maestra del cine? Ese impacto nuclear (como tan bien recalcó en su crítica el usuario Maldito Bastardo), de la mano de la antológica interpretación de Heath Ledger como Joker, junto a su enorme éxito en taquilla y en colaboración con unas deficientes entregas de Marvel, cambió el curso del cine de superhéroes. 4 años más tarde Nolan terminó su trilogía con un final que no gustó a todos, pero que tampoco defraudó. DC se ponía a la altura de Marvel.

Y al año siguiente, tocaba Man of Steel. El hombre de acero. Superman. El superhéroe por antonomasia. Tocado y bastante hundido tras la mediocre Superman Returns de 2006, relegado a un puesto menor en el mundo del cine tras la muerte del enorme Christopher Reeve.
Zack Snyder dirigía, Hans Zimmer ambientaba, David S. Goyer escribía, y Christopher Nolan producía. No podía salir mal, ¿no?

Pues, a juzgar por los comentarios, ha salido mal. Muy mal, parece.

Lo primero de todo, es hacer un análisis que creo absolutamente necesario. Superman, Kal-El, no es Batman ni es Bruce Wayne. Son, de hecho, el contrario.

Mientras uno es un playboy multimillonario y excéntrico, el otro es un humilde chico de granja. Mientras uno no tiene, literalmente, ningún superpoder, el otro los posee todos. Mientras uno vive en Gotham, pináculo de la decadencia y la corrupción, el otro vive en Metrópolis, llena de luz, esperanza. Mientras uno hace de la noche su mundo, el otro necesita el Sol para sobrevivir.
Mientras Batman tiene un perfil psicológico más parecido al de sus enemigos que al de la gente común, el otro es lo que es. El otro no puede cambiar.
Mientras Bruce Wayne es la oscuridad, Kal-El es la pura luz.

Solo existen 2 nexos en común entre ellos: ambos carecen de padres biológicos, contando con sus respectivas figuras paternales (Alfred y los Kent), y ambos eligieron no matar bajo ninguna circunstancia. Lo cual no siempre cumplen. Y lo cual es aplicable a...casi todos los superhéroes. Los cuales, por cierto, se basaron en estos dos tipos.

Batman y Superman son el opuesto, y por eso, se complementan como no lo hace ninguna pareja de superhéroes en todo el mundo del cómic. Por eso Zack Snyder anunció el 20 de Julio de 2013, en la Comic Con de San Diego, que la secuela de Man of Steel contará con Batman en ella. Sí amigos, sí.

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Ingelheim
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