Me gustan las películas largas, siempre que utilicen todo el tiempo de más para que pasen aún más cosas interesantes, y para explicar bien todo, que no queden cabos sueltos. Pero no es el caso. El buen pastor es una película muy mal contada. Yo no me enteré de por qué estaba cada personaje donde estaba, por qué hacía lo que hacía, en que influía o en qué no. Dos horas y media preguntándote esas cosas se hacen muy largas.
Como parte buena tiene la imagen de realidad en todo lo que cuenta de la CIA, y sobre todo la interpretación de Matt Damon, que de verdad da la sensación de ser un tipo increíblemente frío e inexpresivo.