Pocos, pocos capítulos hacen falta para darse cuenta de que estamos ante un producto creado para...bueno, no se sabe exactamente para quien. Tal vez para aquellas personas que deciden poner la mente en blanco mientras la tele hace ruido, o para personas que en sus tardes libres deciden que "esto" es lo mejor que hay en la tele.

Y es que desde hace bastantes años las televisiones públicas decidieron que eso de gastarse dinero en productos de calidad no va con ellos, que total para qué gastarse la pasta gansa cuando con la mediocridad es bastante para generar dinero y llenarse los bolsillos. Por desgracia (para nosotros, no para ellos), la cosa funciona, pues la audiencia así lo dice.

Esta nueva serie es tan "Moderna" como lo fue la anterior y la anterior y la anterior de la anterior, es decir, mismos argumentos, mismos personajes, mismos diálogos, mismas actuaciones. Todas ellas horribles, de pena, de esas que cuando las ves piensas en por que no habrá un control de calidad antes de que todo eso vea la luz.

Vivo en una pequeña ciudad del litoral Mediterráneo en la que todos los años hace un festival de cine llamado CIM (cine internacional de mierda), en el que se proyectan películas que son auténticas aberraciones para la cultura cinéfila. Válgame el cielo si esto no merecería estar en dicho festival.