Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Melón tajá en mano:
7
Drama La obsesión de Laura, una joven mexicana, por convertirse en una reina de la belleza la lleva a verse involucrada en las redes del narcotráfico y a trabajar al servicio de una banda que tiene aterrorizado el norte de México. Su participación en la violenta guerra de bandas que sacude a México cambiará por completo su vida. (FILMAFFINITY)
11 de mayo de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su tercer largometraje el mexicano Gerardo Naranjo aborda todo un drama nacional a través del apasionante y desgarrador relato de Laura Guerrero, una joven aspirante a Miss Baja California sometida a la extorsión de una banda de narcotraficantes. Corrupción a flor de piel y terror en primerísima persona tiñen de angustia una película que gana credibilidad y pierde complejos escena tras escena.

Una vez que el oído se acostumbra al acento, la jerga y los graves problemas de sonido, el espectador asimila que esta no será precisamente una película cómoda. Los primeros minutos garantizan una puesta en escena más atenta a lo narrativo que a lo técnico. La cámara se mueve con torpeza y el foco reacciona tarde. El montaje salva la primera llamada de socorro. A partir de ahí el filme nos transporta a un lugar inhóspito a la vez que fascinante.

Los dos grandes logros de Gerardo Naranjo. El primero: trasmitir al espectador la tragedia y la desesperación de la protagonista desde el punto de vista de la misma. El segundo: crear la atmósfera idónea mediante recursos tan poco explotados como el fuera de campo, empleado aquí con la mayor inteligencia. Van Sant se moriría de envidia.


Son muchas las secuencias que invitan a quitarse el charro ante una película valiente que acusa y señala a los distintos cómplices de una realidad que no por lejana resulta menos abrumadora. Los estímulos de la historia funcionan porque no necesitan más motor que el miedo para echar a andar. La dirección conoce sus limitaciones y se enfrenta a ellas con una sabiduría y un talento que valen su peso en oro.

Tal vez el resultado final ganaría impacto con menos metraje. Al ritmo propuesto le sobra media hora, de ahí que la intensidad decaiga en algunos tramos de la segunda hora. Pese a todo MISS BALA tiene buenas medidas para ser una película modelo. Es cruda, sincera y no entiende de autocensura, aspectos muy a tener en cuenta. Quizá no llegue a grandes pasarelas pero la corona no se la quita nadie. Al menos por la fuerza.
Melón tajá en mano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow