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Voto de FATHER CAPRIO:
9
Comedia. Romance Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)
25 de marzo de 2007
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver "El hombre tranquilo" (y reconozco que es la primera vez) me imaginé a John Ford como un delicado tallista de piedras preciosas por cuyas hábiles manos pasaron gemas de la talla de "Las uvas de la ira" y "Que verde era mi valle". Y Ford hizo que todas y cada una de sus facetas brillaran y refulgieran en una gama de colores que transportaba al espectador desde la risa a la rabia y desde el llanto a la comprensión, pasando por toda la pléyade de sentimientos que el género humano es capaz de atesorar en su interior.

Pero en "El hombre tranquilo" Ford se supera, riza el rizo para ofrecernos un tripe salto mortal con tirabuzón incluído. Porque, a diferencia de las anteriores que he citado, "The quiet man" no parte de populares y magníficas obras como las de Steinbeck y Richard Llewellyn sino de un sencillo guión. Pero a este guión se aplica con el esmero y afán de los trabajadores que aman su profesión y el resultado obtenido es sencillamente magnífico.

Ford nos deja un retrato de Irlanda, de sus paisajes, de sus gentes, de sus costumbres, de su carácter, de su idiosincrasia y lo hace con la ayuda de unos personajes que están tan perfectamente interpretados que nadie dudaría de que son nativos auténticos. Y no es un retrato en sepia, no señor, es un retrato en color, porque Irlanda es el verde de sus campos, el azul de su cielo, el rojo de sus rosas y hasta el gris de sus tormentas. Y por ello no es casualidad que obtuviese también el Oscar a la mejor fotografía.

Todo el film trasluce el amor de Ford por esta tierra de sus antepasados. Y a fe que nos lo contagia. Síntomas de ese contagio son nuestras risas por las frases de Mac Flinn, nuestro embobamiento ante el beso de Wayne y Maureen en el interior de la cabaña azotada por el viento y esa sonrisa que sin duda mantenemos durante toda la proyección. Y como colofón nuestro arrobamiento por los paisajes y los cantos llenos del espíritu gaélico.

A John Wayne hasta hoy le asociaba a papeles de vaquero duro e indómito. A partir de hoy, para mi, también será Sean Thorton.

Y el resto del reparto ¿qué decir...? Llamarlos secundarios es casi un pecado. Barry Fitzgerald está colosal como M.Flynn. Maureen O´Hara, excepcional como Mary Kate, Victor McLaglen (hijo de madre irlandesa) genial como el hermano mayor, Ward Bond, Mildred Natwick, todos, absolutamente todos, tienen un papel principal y absolutamente imprescindible.

John Ford tiene obras tan magníficas que es prácticamente imposible decantarse por una ó por otra. Por ello no voy a establecer ningún podium ni escalafón. Solo afirmaré que El hombre tranquilo es una auténtica obra de arte.

Y su Oscar al mejor director, merecidísimo.
FATHER CAPRIO
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