Pues estamos ante la única película, por el momento, que yo sepa que exista, sobre el creador Frankenstein quien está reanimando otro segundo cadáver, tras haberlo hecho con el primero dándole vida a un monstruo enorme, pero sin tuercas y con su corazoncito.El problema aquí es que Pygmalion se siente atraído por su Venus, que es ni más ni menos que Jeniffer Beals. Es una belleza, no es una mujer cosida a base de tornillos pegados a la piel precisamente.
Vi esta película hace algún tiempo, y me llamó la atención que Sting fuera el protagonista. Su interpretación es agrietada, rígida, no aporta mucho, pero lo eclipsa Beals y Clancy Brown, quien cae muy bien desde el primer momento.
La novela de Frankenstein está sólo basada levemente en esta película, quien pone mucho de su cosecha propia. Algo que se hace poco hoy en día y que estaría fenomenal para cambiar un poco el estilo a cada cosa.
Es una película claramente ochentera, por su música y su estilo, pero revive el mito de Frankenstein y nos hace replantearnos cosas como el amor, la amistad, y otras más que ya os daréis cuenta.