Ridley Scott es capaz de lo mejor; 'Blade Runner' (1982) - para mí obra cumbre en la Historia del cine- y de lo peor, verbigracia, '1492, La conquista del paraíso' (1992). Una pena. En este caso, se acerca peligrosamente al último ejemplo.

Película rodada con grandes medios, buena banda sonora, académicas intepretaciones, destacado vestuario y ambientación, magnífica fotografía, pero carente de guión y, sobre todo, de alma.

Si tuviera que elegir algo me quedaría con la animación a la acuarela de los títulos de crédito -fabulosa-, la magia de Cate Blanchett y el atractivo de Léa Seydoux.

Lo más horroroso, con diferencia, es la payasa irrupción de lady Marion, acompañada de los niños-póneys, en una de las secuencias más serias del filme.

Entretenida y familiar primera parte de un Ridley Scott dirigiendo por encargo [2,5 sobre 5].

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El quicio de la mancebía [EQM]