Volver a revisar esta emocionante y emotiva película, coincide con la salida actual de los marines de Afganistán, cuando intentaban derrotar al terrorismo yihadista, como les sucedió en 1976 en Vietnam, intentando derrotar al comunismo. La historia se repite, el país de las barras y estrellas, hegemónico y sólido durante más de un siglo, lideró valores como la libertad, la democracia y la economía liberal, así como poderío militar e influencia política. La decadencia es un tiempo que llega inexorablemente a cualquier imperio, por unas u otras circunstancias, generalmente por desconfianza y traición a los nobles valores que lo hicieron crecer. Y parecen olvidar con frecuencia que la guerra siempre es cruel y despiadada.

Los Oscar del año 1989 le concedieron dos trofeos a este film, Director y Montaje, los académicos se mostraron complacientes premiando una amable "Paseando a Miss Daisy" como mejor film, sin duda les pareció muy osado en su realismo y crueldad, sin concesiones y cierto tufillo de izquierdas, muy desagradable para el conservadurismo de la época. El film, duro y sin concesiones, muestra lo siniestro y lo sórdido, la inutilidad de la guerra, tantos muertos para nada, el desdén de la sociedad civil hacia sus veteranos que habían arriesgado sus vidas sirviendo a su país, otro aspecto básico es el comportamiento político de sus ineptos gobernantes. Es importante recordar que muchos jóvenes sin nivel académico y profesional, buscaban entrar como voluntarios a fin de encontrar una salida profesional en el ejército, de ahí que encontramos hispanos, negros y blancos de bajo nivel social.

Excelente producción que no ha perdido un ápice de fuerza y valor artístico, la estupenda fotografía que expresa las situaciones morales y personales desatadas por la guerra y sus consecuencias, las canciones de la época donde destaca “American pie “de Don McLean, y esa música original de John Williams que es como un lamento de dolor, un adagio para cuerdas en memoria de las víctimas. Se mantiene como una denuncia y un triunfo para los que fueron manipulados por falsas promesas e intereses espurios, donde no se salvan ni republicanos ni demócratas, ambos partidos responsables. Kovic sufre un calvario físico y un descenso a los infiernos angustiado en su alma, por una culpa que le atormenta y desea confesar. Una historia emocional como bien afirmaba Oliver Stone, ex marine que sabía algo del tema.
Continua en zona spoiler para evitar destripar la peli.