Las actuaciones de Brad Pitt y Jonah Hill son incuestionables, pero tanto la trama como este deporte se encontraban demasiado alejados de mí debido al hecho fundamental de que se basa en demasiados tecnicismos (o eso es lo que me parecía a mí, ya que mi única experiencia con el beisbol es con el Wii Sport).

Las derrotas y las victorias, tanto su valor como su importancia, es fácilmente trasladables de un deporte a otro, pero el peso del argumento recae en la forma de fichar a los jugadores. Por lo que, si no conoces la historia real, las posiciones de los jugadores, entre otros datos, te sientes perdido la mayor parte de la película. Me ha parecido curioso como a partir de la estadística se puede crear un equipo, pero creo que si no eres amante del beisbol no le veo ningún interés a esta película.