Notable western dirigido por el gran Sam Peckinpah, que sería su antepenúltimo.

Pocas veces he visto intercambiar ese buen humor con la melancolía que transmite el protagonista, es divertida, dura y emocionante desde principio a fin, aquí el apodo de "Bloody Sam" no serviría, ya que es una película distinta a las que le caracterizaron de violento, gran actuación de Jason Robards, y de los secundarios Stella Stevens y David Warner, buena banda sonora a cargo de Jerry Goldsmith, en definitiva, es un western único y a tener en cuenta.