No sé qué más le pueda pedir al cine.No digo que sea una obra maestra, ni mucho menos, ni que hubiera debido ganar premios en los festivales más renombrados pues la película no lo pretende, creo yo. No es una obra pseudo-intelectual ni tiene poses de superior. Creo que cumple su objetivo con notas altas, entretener, divertir con calidad en su ejecución. El ritmo es correcto, es decir, no nos salimos del curso de la narración por cambios de tempo. Posee actuaciones de lujo, y aunque no lo parezca a primera vista, profundidad en los personajes; pues vemos las motivaciones claras, los perfiles psicológicos estructurados. No escapa al anti-maniqueismo como recurso para pasar por cine arte. Los personajes no son amorales, ni de dudosa moral, no necesitan serlo. Cada cual, como en el teatro antiguo, tiene su papel-personaje ("persona" viene de la máscara que usaban los actores) claramente definido. El bueno es bueno, el malo es malo, el codicioso es eso. Para bipolares la perra de mi vecina que le ladra a la luna y no tengo que pagar entrada. Es una cinta amena que no nos reclama comernos las uñas.
¿Que si soy nostálgico porque me gusta este tipo de cine? tal vez ¿Vengamonos a que sí lo soy, nostálgico, y qué? ¿Eso me impide disfrutar la película en sus verdaderas proporciones?. El arte, como la poesía, como la música, la literatura, la arquitectura, ¿acaso no tienen un componente de nostalgia que las engrandece? Apuesto que esa misma película en blanco y negro tendría mejores notas. Tal vez las calificaciones bajas son por condenar toda una década de mal cine, pero no veo porqué Huida a medianoche tenga que pagar los platos rotos.

El guión no tiene mayores inconsistencias, pues no quiere ser un documental, ni quiere ser una peli histórica, no le pidamos que sea realista, pues solamente es una aventura por carretera con ingredientes de cine policíaco con toques de humor. A mi modo de ver están bien mezclados los géneros. No se identifica un género en particular y no le hace falta aclararlo para pasar un buen rato.

Destacable el uso de diferentes medios de transporte, faltando el fluvial, pero vemos río, para una lógica road movie. Es un buen paseo el que nos damos, acompañando a la pareja dispar, que se complementa perfectamente. Los diálogos son suficientes, ni poco ni mucho, para este tipo de pelis de aventura. Se ve que la pasaron bomba realizando esta película. Me sorprendió la cantidad de vehículos de policía en persecución a la fecha de filmada, una horda de patrullas al mejor estilo de los ochentas. La linealidad narrativa se agradece en estas épocas de flashbacks complicados para presentar obras aparentemente más inteligentes. La unidad de tiempo, que es obvia y correcta para la historia. La escasa violencia. La producción es notable.
La cámara no se nota, no es molesta, un logro de dirección. La BSO es ochentera, ajá, por qué habríamos de pedir otra cosa? El final es predecible, sí, pero qué más da, me gustan los finales con los vaqueros cabalgando hacia el poniente, me pueden culpar por eso?

Hay joyas como esta que no pretender ganar sundances, ni goyas, ni globos. No quieren ser películas de culto, no pretenden cambiar tu vida, ni venderte una filosofía. Son como conversaciones relajadas con un par de cervezas entre amigos que no veías hace mucho tiempo. Qué lejos están los ochenta!